Por: Pedro Severiche Acosta.
En lo personal puedo asegurar que de las campañas publicitarias estúpidas que he conocido en los últimos tiempos, es esa que por estos días adelanta el Banco de Bogotá. O digámoslo de otra manera… hay campañas publicitarias estúpidas… y la del Banco de Bogotá. Casi se quiebran la cabeza los publicistas de la campaña para decirnos que la palabra ‘banquear’ no se encuentra en el diccionario. De allí que esos genios de la propaganda se la inventaron. El complejo de Adán, el mundo no existía antes de ellos.
«Es una tendencia vanguardista en la que las marcas le están dando voz a sus clientes, por medio de las nuevas tecnologías y las redes sociales, para que sean ellos quienes definan lo que desean de su banco. Y eso es precisamente lo que queremos con nuestra campaña Banquear», señaló Alejandro Figueroa, presidente del Banco de Bogotá, justificando el sapo que le hicieron tragar los genios de la publicidad moderna. Va la abuela que con esa promoción el Banco de Bogotá no se ha ganado un nuevo cliente en lo que va corrido de la famosa campaña.
Si sigue botando la plata de esa manera, el señor Figueroa, puede terminar banqueado, pero entendiendo por banqueado lo que significa en el lenguaje deportivo. Es decir, al señor Figueroa le podrían mover la silla y tocaría sentarlo en la banca. De ese modo, Figueroa descubriría que la acción de banquear si existía mucho antes que sus publicistas la inventaran.
Ejemplos hay muchos de banqueadas preciosas. Banqueada bonita la que le hizo el gobernador Horacio Serpa al concejal liberal Alfonso Baeza que aspiraba que «bigotes» le avalara su candidatura a la Alcaldía de Barrancabermeja. Serpa banqueó al negro Baeza y puso de titular a Darío Echeverri.
Otro ejemplo de banqueadas históricas fue la que le hizo el alcalde Carlos Contreras al ingeniero Rolando Higuita, a quien el mandatario se trajo de Bogotá en su condición de cerebro fugado y lo puso al frente de la Secretaría de Desarrollo. En menos de lo que canta el gallo de Lina, el alcalde Contreras banqueó a Higuita (y eso que los Higuitas son duros para banquear) y le nombró a Yaneth Mojica en su reemplazo. Hasta ahí llegaron los amores entre los dos ingenieros.
Banqueada bella la que le hizo la directora de Inderba, Isolina Tirado Silva, a los entrenadores de fútbol de la ciudad, cuando a dedo designó al ex director técnico de Alianza Petrolera, Henry Barón, para manejar los 300 millones de pesos del convenio de las escuelas de formación del puerto petrolero este año. Entre los banqueados se cuenta el profesor Cortina. Dicen que en este convenio «el amor fue clave».
Banqueado dejó el empresario Odilio Marín a más de uno con su aval a la Alcaldía por el partido de la U. Mi primo Gustavo no se resiste a estar en la banca ni por el chiras.
En la banca dejaron a los ex trabajadores de Ecopetrol, afiliados a Foncoeco, que esperaban que Ecopetrol les reconociera 3 billones de pesos por participación de ganancias y un juez sólo autorizó el pago de 6 mil millones de pesos para repartir entre 28 mil personas. Más de uno había hecho fiesta por anticipado con la plata que, supuestamente, les iba a entrar por estos días.
Banqueada la que le pegó Wilson Lozano al ‘Mocho’ Orlando Carvajal en la jefatura de prensa de la Alcaldía. Cuando Carvajal despertó ya estaba en Cúcuta.
Mucho ojo don Víctor Corzo, gerente toda la vida del Banco de Bogotá en esta ciudad, porque ya he visto a un mechudito con areticos, con cara de publicista, que lo quieren mandar a la banca.
¡Ojo con eso!
