Por: Gustavo Arciniegas Ocampo
A mí que no me vengan con vainas raras, pero me puse en el trabajo de buscar en el diccionario el significado de la palabra peculado y quiere decir ‘robo’. Otra cosa es que en medio de ese lenguaje retórico y fluído que manejan los abogados, nos quieran, a punta de palabras rebuscadas, maquillar la consumación de ese delito. Pero aquí y en todas partes, la fechoría que consiste en el hurto de caudales del erario, cometido por aquel a quien está confiada su administración es un robo y devolver lo robado es aceptar el delito como tal.
Hace casi 2 años, cuando me di cuenta que el gobierno de Carlos Contreras iba por mal camino, que era inepto, excluyente, pero sobre todo «mama santo», (de esos que tiran la piedra y esconden la mano), el primero que me replicó, con duras críticas, fue el señor Wilson Lozano, jefe de Prensa del actual gobierno municipal, quien llegó a afirmar por varios medios de comunicación que «quienes criticábamos al alcalde Carlos Contreras éramos unos periodistas resentidos».
Hoy, 2 años después, Wilson Lozano, (a quien personalmente le profeso una gran estimación), no ha podido demostrar el tal resentimiento. Yo, por el contrario, si puedo demostrarle que al alcalde de Barrancabermeja, Carlos Contreras, las autoridades judiciales colombianas lo acusaron por ‘robo’, (o mejor dicho, por peculado).
La comunidad de Barrancabermeja debe tener bien claro que el alcalde Carlos Contreras contrató, como abogada de su más absoluta confianza, a una funcionaria que hizo mal uso de los recursos públicos al apropiarse de $ 1.700.000 pesos colombianos, que, supuestamente, estaban destinados para viáticos en la ciudad de Bogotá. Digo mal uso porque según la Fiscalía hubo un peculado, es decir, se robaron la plata.
En atención a las dolorosas consideraciones que acabo de comentar, la Fiscalía General de la Nación en la ciudad de Barrancabermeja llevó a cabo el pasado viernes 20 de mayo, ante un juez de control de garantías, la imputación de cargos contra el alcalde, Carlos Contreras y su ex secretaria jurídica Luz Consuelo Gallo, en una investigación que adelanta por una apropiación de recursos públicos. (o sea por un robo).
En la diligencia, aunque el Juez del caso dio paso a que el Fiscal solicitara la medida de aseguramiento, la decisión fue retirada luego de que la defensa presentara un documento que demostró que el dinero, objeto del proceso, fue reintegrado el pasado martes 17 de mayo.
Sin embargo, devolver el dinero no salva al mandatario de una condena, de acuerdo al artículo # 401 de la Ley 59 del año 2000 (Nuevo Código Penal Colombiano) cuyo texto dice: CIRCUNSTANCIASA DE ATENUACIOIN PUNITIVA: «Si antes de iniciarse la investigación, el agente, por sí o por tercera persona, hiciere cesar el mal uso, reparare lo dañado o reintegrare lo apropiado, perdido, extraviado, o su valor, la pena se disminuirá en la mitad». Si el reintegro se efectuare antes de dictarse sentencia de segunda instancia, la pena se disminuirá en una tercera parte.
Esperemos a ver que dice la Justicia colombiana en su infinita sabiduría.
Mientras tanto los barranqueños no podemos estar sometidos a las payasadas de políticos inescrupulosos que, diciendo que «el presupuesto es sagrado», con una camándula en la mano, dándose golpes de pecho, rezando diez padre nuestros y diez avemarias, nos hayan manifestado el 1 de enero de 2008, montados en una tarima en el barrio El Campín, que «el presupuesto municipal iba a ser absolutamente respetado». Repito, es una payasada.
Me gustaría conocer la opinión del pastor Montesino, (que ese 1 de enero de 2008), fue testigo de la farsa en el barrio El Campín.
Pastor Montesino, la Biblia dice en Isaias 61:8 —»Yo, Jehová, amo el derecho, odio el robo junto con la injusticia» —.
Amén.
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NOTA: Gustavo Arciniegas Ocampo es un columnista y periodista que usted puede localizar en el celular 312-316-6624 o en el correo electrónico [email protected]
