Por: Alberto Rafael Cotes Acosta
«La vida es un juego de azar»
Voltaire
Hace unos días los amigos de Pedro Severiche Acosta observamos en el muro de su Facebook una frase que me llamó poderosamente la atención, la cual decía: “Les ruego a los candidatos de Octubre que por favor no me pidan que haga parte de sus equipos de campaña. Si pierden, no dudan en echarme la culpa. El que está quieto se deja quieto.”
Pedro Severiche Acosta es, para muchos, el más conocedor y experto periodista en temas políticos de la ciudad, sus comentarios agudos y picantes, siempre acompañados de cordura y buena escritura, hacen parte de la vida política y periodística de Barrancabermeja, ocupando un honroso lugar entre los mejores en esta profesión; sin embargo, a pesar de sus acertados comentarios, ese acierto no se ha dado a la hora de escoger candidato, es así como en las últimas tres elecciones, al igual que muchos de nosotros, ha tenido el infortunio de acompañar siempre las campañas perdedoras a la Alcaldía, lo que le ha valido que le hayan endilgado el rotulo, (injusto desde luego), de “antorcha humana”, a tal punto que él mismo, haciendo gala de su fino humor político, nos divierte con esto.
Para tranquilidad de Pedro, quiero decirle que de “antorchas humanas” está llena la viña del señor, y más llena está esta cálida y acogedora ciudad, especialmente por cuenta de las repetidas y acostumbradas derrotas de un grupo de dirigentes que, en los últimos años, han hecho de las campañas electorales una «buena» forma de vida.
Cada cuatro años se ven aplazadas las esperanzas, sueños y anhelos de miles de barranqueños, hasta el punto que esa soñada victoria, hoy, se desvanece ante la falta de discurso y la inconsistencia ideológica de varios de esos dirigentes que, sin el menor rubor, van saltando de Partido Político en Partido Político, en busca del mejor postor para sus aspiraciones, dejando a su paso división, por cuenta de la prepotencia, la irresponsabilidad, las ambigüedades, los escándalos de corrupción y hasta una demanda temeraria, (pienso yo), por parapolítica.
Así las cosas y fiel a su estilo de virar a la derecha cuando el direccional está marcando a la izquierda, en esta campaña que apenas inicia Pedrito anda por los lares de aquellos que en los últimos 14 años han sufrido solo derrotas, consiguiendo eso sí una considerable cantidad de votos, pero derrotados al fin y al cabo, y manteniendo viva en el consciente colectivo la idea de que son la mayor fuerza electoral de la ciudad, y que tienen siempre el invencible “comodín” que seguramente se lanzará a última hora, tratando como siempre de hacer una campaña relámpago que le permita por cuenta de su tan “cacareado magnetismo”, que algunos llaman “carisma”, conseguir los votos de siempre, perder como siempre, y mantenerse “en la jugada” como siempre.
La ciudad, no aguanta más irresponsabilidades de ese tipo. La ciudad merece seriedad, coherencia política, fortalecimiento de la democracia y por ende fortalecimiento de los partidos políticos, en última sumar y multiplicar, no dividir y restar.
Necesitamos UNIÓN, (no me cansaré de repetirlo), pero no una unión a cualquier precio, sino sobre bases sólidas, sobre pensamiento político coherente, sobre propuestas de ciudad, sobre bases programáticas (no electorales o burocráticas) que lleve a los que lleguen al poder a buscar el bienestar general, el progreso sostenible de la ciudad.
Necesitamos que quienes lleguen al poder, tengan detrás a quien responderle políticamente y socialmente, necesitamos que de verdad los ciudadanos se sientan representados por quienes eligen; eso no se consigue con abrazos, besos y falsas promesas, sino con seriedad, sinceridad, compromiso, amor por la tierra, madurez y responsabilidad.
En esta ciudad nos hemos acostumbrado a los agravios en época electoral. No escuchamos propuestas y, por el contrario, estamos más pendiente de los chismes, de las consejas, de los pasquines y ahora de los anónimos del Facebook, y aunque hemos combatido esas prácticas de frente, con entusiasmo y valor civil, siguen ocurriendo, con un agravante serio y peligroso para la política local, ya que, hemos tenido conocimiento que como estrategia han “contratado” a un importante “mandadero” por una igualmente importante suma de dinero para que desacredite e injurie a las demás campañas en todos los medios de comunicación, mientras ellos esperan, hábilmente, los últimos tres meses del proceso para lazar su “eterno” candidato, y todo el mundo sienta que ese es EL SALVADOR.
Pedro, quítese el remoquete de “Antorcha Humana”, tranquilícese, saque a relucir su buena pluma, pero eso sí, esta vez apúntele al GANADOR.