Por: Darío Echeverry Jr.
La ciudad se enfrenta a problemas recurrentes que cada año son afrontados de manera reactiva pero que no se solucionan de fondo, y así vamos reviviendo situaciones en una especie de deja vu permanente. Frente a esta realidad se puede decir que mas allá de las limitaciones en recursos financieros o humanos de la administración municipal, que impiden un funcionamiento eficiente de la misma y por consiguiente mejores herramientas para resolver los problemas, hay un problema de información a nivel local que limita la gestión pública.
Y es que hay un mito en la ciudad acerca de que Barrancabermeja esta sobre diagnosticada, que sobran los estudios sobre todas las materias y temas, pero la verdad es que eso solo es aplicable a unos reducidos asuntos y el grueso de los elementos que le conciernen al gobierno tienen enormes carencias de información. Esto se debe a varios factores, se puede decir por ejemplo que no se comparten los estudios y datos, las entidades son celosas con su información; así mismo, se puede señalar que no se hacen estudios o que no se actualizan, como por ejemplo nadie sabe en la ciudad exactamente datos de desempleo o informalidad, pues o no existen los recursos para hacerlo o simplemente las prioridades son otras a pesar de que luego se hace relevante la información faltante.
Y en este contexto la gestión de la administración municipal necesariamente es ineficiente, pues carece de los elementos necesarios para llevar adelante con criterios de economía y oportunidad las acciones que desarrolla. Y la ciudad está plagada de ejemplos acerca de esto, como los constantes problemas de inundación o los programas de empleo o las dificultades en la movilidad. La cuestión es como salir de este círculo de falta de información, deficiente gestión local y problemas recurrentes.
En este sentido es necesario decir que se hace necesario modernizar la administración local, haciendo especial énfasis en la formación de los funcionarios públicos y en estructurar un gobierno municipal con reales capacidades de recolección y análisis de información que permitan formular proyectos de impacto. Para esto es necesario fomentar la investigación y la generación de conocimiento sobre los asuntos prioritarios de la agenda pública municipal, ya sea directamente por la administración local, la academia o por entidades especializadas.
Finalmente hay que decir que no solo basta con tener diagnósticos y estudios, es indispensable saber qué hacer con esa información en beneficio de la comunidad, y para esto es necesaria una oficina de planeación que sepa gestionar la información y que pueda formular soluciones integrales a los problemas locales.