Por: Jairo Andrés Amaya García
Las vainas que tienen algunos. Elkin Bueno llegó diciendo que «haría cosas increíbles» en 4 años. Habló, prometió y dejó inscritos en su Plan de Desarrollo Barrancabermeja Ciudad Futuro (2012 a 2015) «increíbles mega proyectos».
El Intercambiador La Nube… Que en la nube se quedó.
El Hospital Materno Infantil «más moderno del país”… Y sólo en la imaginación quedó.
El Acuaparque… Que ahí dejó a medias y sin billete.
La Megaduloteca… Que ni un ladrillo montó.
Elkin no hizo NADA, solo gastarse más de $ 60 mil millones de pesos en parques, sin embargo, alguien me puede explicar: — ¿por qué una sencilla cancha de microfútbol tiene (4) cuatro Tableros Electrónicos? … Ni el Estadio Metropolitano de Barranquilla los tiene.
Es tan absurda esa obra que ni siquiera construyeron lo más elemental: ‘las mallas para que el balón no se vaya a la calle y que un ciclista o un motociclista se caiga al tropezarse con la bola’.
Pero los ‘Bufones de Elkin’ «eran felices» con los engaños y aún todavía lo añoran.
En cambio, cuando por primera vez un alcalde como Darío Echeverri Serrano se plantea la idea de cómo dejar de depender exclusivamente de la industria del petróleo, de crear las bases para llevar a la ciudad por otro camino sustentable y viable para nuestra existencia, aparecen estos ‘bufones’ que flaco servicio le prestan a Barrancabermeja, tratando de destruir lo que se está construyendo.
«Es que los cambios no se hacen de la noche a la mañana» como lo decía el mago Elkin David, los cambios profundos se hacen a largo plazo, son la única manera de poder lograrlos.
Las soluciones instantáneas NO existen y quien pretenda vender la idea contraria está descaradamente mintiendo.
Pero el fijar un rumbo para lograr transformar, de una buena vez por todas, la economía barranqueña, resulta que para las ‘aves de carroña del Elkinismo’ eso no es importante.
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Para el ‘Tunebismo’ lo verdaderamente importante fue el show que se hizo para entretener a la población que fue al recinto.
¡Háganme el favor!
Ahora las críticas tienen la misma altura que los personajes aquellos de ‘La Red de Caracol’ o de ‘La Negra Candela’.
¡Ahora se volvieron críticos hasta del espectáculo y la moda!
¡Maduren carajo!
Son tan carroñeros, miserables y mal intencionados que se atreven a vincular el show con los casos de suicidios presentado en la ciudad.
¡Debería darles vergüenza!
¡Esta gente no quiere a la ciudad!
Gracias a Dios estos payasos no mandan en la ciudad, solo añoran el estilo de vida ‘Tunebista’ que el pasado gobierno les dio.
«Hablan de hambre», cuando se les ve viajando constantemente a Barranquilla y Cartagena rodeado de los lujos más espectaculares.
¡Descarados!
¡Adelante alcalde, que si los perros ladran es porque vamos andando por buen camino!
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JAIRO ANDRES AMAYA GARCÍA es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected]
