Por: Rosberg Perilla Pérez
No quiero en esta columna entrar a polemizar sobre la exploración de yacimientos no convencionales (o ‘fracking’ como se le conoce usualmente), porque ya dije, en un comentario la semana pasada, que «prefiero sean los geólogos e ingenieros de petróleos los que ilustren a la comunidad sobre un tema que considero estrictamente técnico y que debe ser explicado con la más absoluta rigurosidad científica».
Sin embargo, lo que si es importante resaltarle al nuevo presidente de Ecopetrol, es la gran dificultad que —muy seguramente— va a tener la empresa a la hora de acercarse a las comunidades del Magdalena Medio y a los gobiernos locales, por la pésima imagen que hoy tiene a nivel nacional Ecopetrol, la que muchos consideraban, no solo «la primera empresa nacional» sino «patrimonio y esfuerzo de colombianos».
Hoy, la Empresa Colombiana de Petróleos, sufre la incomodidad de una pésima imagen.
No sé, exactamente, en qué momento se empezó a desprestigiar la empresa.
Quizás fue a mediados de los años 90, cuando en Barrancabermeja —atónitos, sin salir del asombro— nos enteramos que el Jefe de Seguridad de la Refinería de Barrancabermeja era el autor intelectual de la masacre del 16 de Mayo de 1998 ocurrida en el barrio Nueve de Abril en la zona sur oriental de la ciudad.
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Que un directivo de la refinería de Barrancabermeja —encargado de la seguridad del complejo industrial— tuviera alianza con alias ‘El Panadero’ y un grupo de paramilitares para perpetrar una masacre de esa magnitud, dejaba al descubierto que las cosas al interior de la empresa NO estaban bien.
Pero cuando creíamos que se trataba de un ‘caso aislado’ —que solo comprometía a un directivo de la empresa— y mientras le concedíamos el beneficio de la duda frente a semejante imputación de cargos que le Fiscalía dio a conocer en esa oportunidad…
… ¡Oh sorpresa! …
En septiembre del año 2002, el entonces presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, para terminar de ‘ponerle la cereza al ponqué’, escoge como miembro principal en la Honorable Junta Directiva de Ecopetrol, a Carlos Higuera Escalante, quien tuvo reconocidos nexos con grupos armados al margen de la ley que actuaron en el Magdalena Medio santandereano.
El ex congresista, quien formó parte de la junta directiva de Ecopetrol, perteneció al mismo movimiento político de Carlos Arturo Clavijo, también capturado en esa época por sus presuntos nexos con el paramilitarismo en el Magdalena Medio.
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Yo recuerdo que en Barrancabermeja era ‘vox populi’ que tanto Carlos Clavijo como Carlos Higuera Escalante (el ilustre y venerable miembro de la junta directiva de Ecopetrol) tenían ‘vínculos’ con los paramilitares.
Por supuesto que lo peor estaba por llegar.
Por aquella época se aprobó la modernización de la Refinería de Cartagena, que según se dice costó mucho más que la ampliación del Canal de Panamá, primero porque no se escogió una empresa internacional experta en construcción de refinerías y después por los pésimos negocios que hizo Ecopetrol tratando de resolver el problema y que terminaron —según nos vamos informando por lo que dicen la Contraloría y la Fiscalía— que dejaron un sobre costos en su financiación por casi 8.000 millones de dólares y que incluyó (entre otras muchas ‘perlas’) hasta gastos en finas bebidas alcohólicas y chicas prepago costeadas con dineros públicos.
Se dice que ha sido el desfalco más grande en toda la historia de Colombia en sus 200 años de vida republicana.
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¡Qué horror!
Y si usted señor presidente de Ecopetrol, aún no se asombra de todo este terrible inventario de irregularidades, me permito informarle que entre la ciudadanía hay muchas dudas y cuestionamientos por lo que fue el desempeño administrativo del ex presidente, Juan Carlos Echeverry, quien prácticamente acabó entregando el patrimonio de la primera empresa estatal a intereses particulares.
Malos negocios como el de Bioenergy (proyecto para producir etanol) y que según expertos es otro descalabro en Ecopetrol. Si los sobrecostos en REFICAR (fueron del 110%) y desataron un escándalo por la magnitud de la obra, una auditoría adelantada por la Contraloría General de la Nación a Bioenergy indican que, aunque el monto del proyecto es menor, los sobrecostos pueden superar el 200%.
¡Qué horror!
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A todo lo anterior se suma la entrega a las multinacionales de los mal llamados ‘campos menores’ que son rentables para las empresas extranjeras, pero ilógicamente no son rentables para Ecopetrol.
Y como si fuera poco, (a nivel local en Barrancabermeja) el mal manejo de la licitación de la Vía Yuma, una importante carretera de doble calzada que debe conectar nuestro puerto petrolero con la Ruta del Sol y que comenzó costando $ 230.000 millones de pesos y ya va por el orden de los $ 400.000 millones sin que esté totalmente terminada, generándole problemas a los comerciantes barranqueños y a la mano de obra local por la demora en los pagos de insumos, servicios y salarios.
Barrancabermeja requiere que este tipo de proyectos se ejecuten rápidamente porque en el corto plazo dinamizan la economía, generan empleo y servicios, y en el mediano y largo plazo generan las condiciones para el desarrollo logístico, agropecuario e industrial.
Lo que no se entiende es como una empresa tan seria como Ecopetrol trabaja de forma tan lenta e ineficiente. Si no es capaz de desarrollar este tipo de proyectos, entonces… ¿para qué acepta llevarlos a cabo?
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Señor presidente, la lista de problemas generados por Ecopetrol es larga y a usted le va quedar muy difícil venir a Barrancabermeja a darle la cara a la comunidad, especialmente porque Ecopetrol NO tiene credibilidad. Usted entenderá que con todo ese prontuario cualquiera duda.
Es tan grave la falta de fiabilidad que tiene hoy la empresa en Barrancabermeja, que el ex presidente Juan Carlos Echeverry vino hasta nuestra ciudad a ‘ofrecernos’ el PMRB (Plan de Modernización de la Refinería) a cambio de que aceptemos el ‘fracking’ como técnica de exploración petrolera en los campos del Magdalena Medio, pero el ex presidente de Ecopetrol NO aclaró que el proyecto inicial de la nueva refinería de Barrancabermeja era para refinar crudos pesados, mientras que los crudos que, eventualmente, obtendríamos por el sistema ‘fracking’ son liviano
Señor presidente, Barrancabermeja está muy adolorida, en el primer trimestre de 2017 se cerraron 519 empresas, que es un 8% más con respecto al mismo período del año pasado. En la ciudad teníamos 8.000 empresas vigentes al cierre de 2016 y este año 2017 no renovaron este documento cerca de 2.500 empresas.
Señor presidente, empiece por lo más elemental en todo tipo de relación, inicie por ‘ganarse la confianza de Barrancabermeja’ cuyos habitantes quedaron en la ruina tras la decisión de Ecopetrol de suspender la realización del PMRB, no es sino recordar la multitudinaria manifestación del pasado 17 de mayo cuando más de 50.000 personas marcharon exigiéndole a Ecopetrol poner en marcha la modernización de la refinería
¡¡¡ Señor presidente, usted tiene la palabra!!!
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ROSBERG PERILLA PÉREZ es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected]
