La corrupción en el sector de la salud en Colombia hizo metástasis y pone en riesgo el sistema de salud del país. En Colombia la cobertura universal en materia de salud, que es la mayor conquista social en los tiempos recientes, la están poniendo en riesgo verdaderas mafias con poderosos tentáculos que se enquistaron en el sistema y patentaron procedimientos, métodos y prácticas para apropiarse de los recursos de la salud.
Da pena decirlo, pero en Colombia la plata de la salud se convirtió en uno de los más apetecidos botines para la ilegalidad y muchos de estos delitos son gestados por ‘delincuentes de cuello blanco’ que —por su profesión y antecedentes— no constituyen, frente a la ley, un peligro para la sociedad y eso les permite camuflarse en altas posiciones para seguir cometiendo sus fechorías.
El pasado 29 de mayo escribí para BARRANCABERMEJA VIRTUAL —con un titular en forma de pregunta— una columna titulada «¿Los corruptos se apoderaron de los servicios médicos de Ecopetrol?», en donde exponía mis dudas por la forma como Ecopetrol selecciona a sus altos directivos para dirigir sus servicios de salud, muchos de ellos íntimamente relacionados con el negocio de la salud en Colombia y causantes de que el sistema general de salud esté colapsado por los permanentes actos de corrupción que se vienen presentando.
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Hoy, dos meses después de publicada la columna, un fallo de la Contraloría General de la República, en segunda instancia, confirma la condena a interventores de Saludcoop por el desvío de más de $ 90.000 millones de pesos que eran recursos destinados para la salud de los colombianos, es decir, utilizaron todo ese dinero en asuntos totalmente diferentes a la protección de la salud de los usuarios, que es como lo ordena la ley.
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Para el caso concreto de Saludcoop, los recursos que habían sido destinados para el aseguramiento y la prestación del servicio médico fueron desviados a través de su holding empresarial para la compra de bienes muebles e inmuebles a disposición de varias compañías.
Uno de los condenados —y a quien le embargarán todas sus propiedades— es el doctor Cornado Adolfo Gómez Vélez, hermano del médico Francisco de Paula Gómez Vélez, actual Gerente de Salud Integral de Ecopetrol. Si bien es cierto que las personas no responden por los actos de sus hermanos, en todo caso deja un sabor «agrio» que Ecopetrol tenga en su nómina, como jefe máximo de sus servicios de salud, al hermano de uno de los responsables de la catástrofe de Saludcoop.
Sin embargo, el caso más dramático en los servicios de salud de Ecopetrol se vive con el doctor Juan Carlos Giraldo Salinas, quien antes de ser contratado por la estatal petrolera, se desempeñaba como vicepresidente de salud de Cafesalud EPS y hoy ocupa el cargo de «Jefe de Contratación de Servicios de Salud» en Ecopetrol, actualmente imputado por la Fiscalía 34 delegada ante el Tribunal DFNE contra la corrupción, tras una investigación por delitos que afectan el SGSSS (Sistema General de Seguridad Social en Salud), por los delitos de «peculado por apropiación en favor de un tercero, administración desleal y concierto para delinquir».
Según una publicación del periódico El Espectador, el «Jefe de Contratación de los Servicios de Salud» en Ecopetrol viene siendo investigado por hechos ocurridos cuando se desempeñó en un alto cargo de dirección, manejo y confianza en Cafesalud EPS.
1.-Sobrecostos ocurridos en la celebración del contrato GC-CF0570-2016 de prestación de servicios asistenciales del plan obligatorio del régimen contributivo bajo la modalidad de pago global prospectivo, suscrito con la unión temporal red nacional de atención integral al cáncer “Centro Nacional de Oncología”.
2.-Celebración de los contratos entre Cafesalud EPS y Salud Global Partners GC SAS, suscritos: 1) para el apoyo logístico en la prestación de la consulta remota por médico especialista, por la suma de $ 17.559 millones; y, 2) prestación de los servicios de salud del plan obligatorio, por la suma de $ 6.466 millones.
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Por supuesto que Juan Carlos Giraldo Salinas goza de una presunción de inocencia y tiene derecho a un debido proceso, pero igualmente los usuarios de los servicios médicos de Ecopetrol y la Unión Sindical Obrera USO como sindicato que representa los intereses de los trabajadores de la empresa, tienen todo el derecho a estar en «alerta roja» por lo que está sucediendo.
Escándalos de corrupción como los ocurridos en Saludcoop, Cafesalud y en Medimas, han puesto en evidencia no solo la capacidad de algunas personas para poder robar miles de millones de pesos sino la ausencia de vigilancia y rigurosidad en procesos tan esenciales como la salud de los colombianos.
Por lo anterior resulta muy importante advertir a los usuarios de los servicios médicos en Ecopetrol (trabajadores, familiares y sindicato) a que estén muy alertas con quienes hoy administran los recursos del servicio de salud en Ecopetrol al que tienen derecho más de 15.000 personas en Barrancabermeja.
Los hechos muestran una señal de alarma
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ROSBERG PERILLA PÉREZ es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected]
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