Por: Leónidas Gómez-Gómez
Barranca es la ciudad industrial de Santander por excelencia y la mayor aportante de impuestos y regalías al presupuesto de todos los municipios de Colombia.
Pero nada es para siempre. Entró en la más grave crisis humanitaria, ambiental y productiva de su historia y necesita la retribución solidaria del país.
Refinar petróleo para convertirlo en gasolina es el verdadero negocio, porque ni la gasolina ni el ACPM reducen el precio al consumidor, aunque el barril de crudo llegue a niveles extremadamente bajos.
El Presidente Santos y el presidente de Ecopetrol lo tienen perfectamente claro y después que garantizaron el cierre financiero para la modernización de la Refinería de Barranca, amarraron conejo.
Como consecuencia se trabaja forzando equipos envejecidos y poniendo en riesgo a los trabajadores.
La política Oficial de fondo consiste en descuartizar a Ecopetrol para venderla a pedazos y entre tanto debilitarla despidiendo trabajadores e ir cerrando plantas.
La CAS cuya misión es la protección ambiental, viene autorizando la contaminación de las ciénagas, especialmente la de San Silvestre, fuente del acueducto municipal y junto con el ANLA es cómplice del envenenamiento de las aguas subterráneas por autorizar el tenebroso fracking.
Como si fuera poco, los principales afectados por el caso Odebrecht son más de 2.500 trabajadores de la región desempleados por la parálisis de la construcción de la Ruta del Sol.
¡Todas las desgracias al tiempo!
Por tanto, es justa y oportuna la marcha que han convocado para el próximo miércoles el Comité Cívico, el Comité de Gremios, los sindicatos y hasta el alcalde Echeverri sobre el cual pesa un proceso de revocatoria de su mandato, para impugnar el gobierno de Santos como responsable directo de la grave situación y exigirle soluciones concretas e inmediatas.
Y sea ésta la oportunidad para enfatizar una vez más, que la modernización de la Refinería y en general la defensa de Ecopetrol y Barranca no son una causa local sino nacional, que requiere acciones en cada rincón del país, para lograr posicionarla como propia en el corazón de todos los colombianos.
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