Los ciudadanos están aburridos de tantos cuentos, tantos chismes y tantas historias que bombardean las redes sociales.
Hay tantas cosas que se publican que ya no se sabe que es verdad y que es mentira. En Barrancabermeja en temas ambientales hay tantas cosas que es difícil distinguir lo cierto del absurdo, y muchos se aprovechan de esa situación, la explotan y buscan beneficiarse, pero a costa de la ciudadanía.
Son tantas las mentiras descaradas y las verdades a medias en temas ambientales que ya no se sabe que creer y se hunde la opinión pública en el desorden de tanta información.
Frente a tanto ambientalista de garaje, con escasa formación profesional y avidez para publicar y comentar sus particulares puntos de vista, se hace necesario que la academia juegue un rol más protagónico y exponga sus puntos de vista con mayor intensidad.
Se deberían aprovechar mejor las facultades de derecho y de ingeniera ambiental, de dos prestigiosas universidades locales, para que desde allí se hagan investigaciones y se nutra con conocimiento científico a la opinión pública.
No es posible seguir presentado como hechos opiniones que no han surtido un proceso de investigación científico, porque eso no solo no es responsable, sino que además fomenta miedos e incertidumbre entre la comunidad.
Los problemas ambientales de la ciudad vienen de 100 años de explotación petrolera, que ha contaminado cuerpos de agua, la tierra y el aire de formas no determinadas y con consecuencias aún no establecidas.
La deforestación es un problema no resuelto, que viene afectando el aire y el agua sin control. La destrucción de humedales y otras fuentes de agua se presenta frecuentemente a la vista de todos.
Los botaderos de basura es otro factor de alteración del medio ambiente, este es un tema complejo y por ejemplo hay que revisar los efectos del mal cierre del relleno La Esmeralda, del que muy pocos hablan, y que es una fuente de contaminación permanente.
También hay que mencionar el uso de técnicas de pesca, como el trasmallo, que ha afectado profundamente las ciénagas y caños, o la caza indiscriminada, que han afectado profundamente la biodiversidad del territorio.
Por último, la ganadería y el cultivo de la palma han generado deforestación, desertificación, erosión y degradación de los cuerpos de agua, así como afectación de los ecosistemas, entre otros problemas.
La realidad ambiental del municipio requiere más seriedad y rigurosidad, es momento de exigir certezas y dejar a un lado a los especuladores y ambientalistas de garaje, que de manera irresponsable presentan sus opiniones como hechos sin ningún tipo de respaldo científico.
Barrancabermeja creció como ciudad industrial y necesita analizar su realidad ambiental no desde la opinión de cualquier parroquiano sino desde la seriedad y responsabilidad de personas con formación científica.
Este artículo también lo puede leer en BVirtual “la nueva forma de escuchar radio” – para instalar la aplicación: Para Androide – dar click aquí – Para Iphone – dar click aquí
Le puede interesar: La enfermedad moderna
Le puede interesar también: Los líos del pediatra Yesid con le madame Marie
Le puede interesar también: El debate sobre las consultas populares no termina
Le puede interesar también: ¿Duque salvó a Cristo? ¿En serio…?
Le puede interesar también: “Siempre hagan lo correcto, no lo popular”
Para leer más noticias de Barrancabermeja y el Magdalena Medio pueden dar click aquí