Por: Hernando Flórez Anaya.
Me gusta, me gusta mucho esta campaña a la alcaldía. Por primera vez están primando las propuestas sobre la demagogia, los proyectos sobre la vaguedad.
En ese sentido, se han conformado dos grupos, uno sintonizado con las necesidades apremiantes de la ciudad y sus habitantes, que tienen propuestas y proyectos serios, responsables y ejecutables, un grupo optimista que está pensando en mejorar las condiciones de vida de la gente, sintonizado con los grandes problemas a resolver, un grupo que, dicho sea de paso, no ha ejercido el poder y pide una oportunidad para avanzar sobre las cosas que se han hecho, conservarlas, pero pensando en la prosperidad para todos.
Ese grupo, el primero de ellos, está conformado por personas que han estado en la última década proponiendo una nueva ciudad, conociendo sus problemas; se trata de gente que sabe lo que se necesita y que tiene las propuestas para resolver los problemas apremiantes porque han estado desde hace tiempo construyendo las respuestas a esos problemas.
Ellos han estado esperando una oportunidad para hacer realidad esa nueva ciudad que todos los barranqueños queremos. Este grupo piensa en grande, combina la conservación y el mejoramiento de los buenos proyectos, con la realización de pequeñas y grandes obras, programas y proyectos. Este grupo tiene propuestas para construir la ciudad próspera que todos necesitamos.
Y el otro, el segundo, es un grupo desgatado, sin propuestas, pesimista, anclado en el pasado, tratando de justificar por qué no hicieron lo que debieron hacer antes, recurriendo a fórmulas obsoletas porque el presente es otro, temerosos de sus capacidades, atacando lo que la gente quiere con el único argumento de su propia ineficiencia, de su propio fracaso; adicionalmente, algunos de ellos no han tenido la sintonía con Barrancabermeja y perdieron su gente para saber sus problemas y sus necesidades. Tampoco han asistido a los diferentes escenarios donde se han planteado diversas soluciones, hace rato perdieron el contacto con la ciudad y representan la inseguridad, la ingobernabilidad; este grupo, el segundo, piensa en pequeñas obras y no en grandes proyectos. En definitivas son candidatos que aún creen que somos un pueblo.
En el fondo, hay dos visiones diametralmente diferentes en la actual contienda electoral, escoger cuál es la que va a impulsar a Barrancabermeja hacia la prosperidad es deber de todos. El progreso actual tiene que traducirse en prosperidad y lo social debe hacer posible que las ayudas del estado sirvan para que la gente mejore sus condiciones de vida, y no de eternizar la pobreza, solo así podremos construir nuevas oportunidades para más personas y lograr una sociedad más humana, justa, equitativa e igualitaria.
Estamos pues ante el plebiscito de las propuestas para la prosperidad o la demagogia del pasado. De nuestra participación decidida y acertada podremos lograr un despegue definitivo como ciudad o anclarnos y seguir esperando dejando pasar nuestras oportunidades; ese es el reto de esta generación.
La responsabilidad es grande y creo que no seremos inferiores a las circunstancias.
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HERNANDO FLOREZ ANAYA es columnista de Barrancabermeja Virtual y usted puede ubicar en el correo electrónico [email protected]
