Por: Hernando Flórez Anaya.
Bien lo decían nuestros padres: — «estudien porque esa es la más grande herencia que les vamos a dejar»—, y vaya si ha sido valiosa esa herencia. Por eso insisto reiteradamente, no cabe la menor duda, que el arma más poderosa contra la pobreza es la educación.
En el siglo XXI la riqueza de los países va a estar dada no por la creación de expertos sino por la creación de innovadores que creen propiedad intelectual. Los creadores de Google, Blackberry, Facebook y Ebay, son el mejor ejemplo. Todos son negocios basados en la propiedad intelectual que es la nueva forma de los países de crear riqueza, pero para eso necesitamos las mentes que están interesadas en la innovación, para eso necesitamos que nuestros niños se apropien desde temprana edad de las nuevas herramientas educativas.
La creciente preocupación es como tener una educación con calidad, acorde a los nuevos tiempos, nuestra educación fue excelente, porque nuestros maestros eran bien pagos y se apropiaron de las herramientas de ese entonces, cuando era el tiempo de los libros, los diccionarios, el tablero, la tiza, la calculadora, y no es que la educación de antes fuera mejor que la de ahora o viceversa, simplemente las herramientas estaban a nuestro alcance y con eso fuimos bien educados.
Estos son otros niños y son otros tiempos, en los cuales, sin duda alguna, la tecnología es la más destacada herramienta de nuestra época y el computador su vehículo más importante. Aunado a él, encontramos la maravillosa experiencia de tener a la mano el mundo gracias al internet, esta conjugación ayuda a la formación de personas más creativas, con pensamiento más crítico y permite que los niños aprendan-haciendo a partir de sus propias experiencias y motivaciones.
Nuestros niños, los niños barranqueños merecen ser propietarios de sus propios computadores y tener acceso a internet, pues con toda certeza, el mundo actual es digital y la gran tarea es encausar esas tecnologías para su adecuado uso. Y al mismo tiempo, el maestro debe apropiarse de las tecnologías e incorporarlas como una herramienta más de trabajo, orientar su uso es lo más conveniente, y para ello, darles computadoras también a los maestros es indispensable para lograr el propósito de una educación de calidad.
La nueva educación es de doble vía, donde alumnos y maestros aprenden-haciendo, niños más ávidos de conocimientos exigen maestros más preparados y que los orienten hacia ese mundo ilimitado que ellos están dispuestos a descubrir y que nosotros debemos ayudar a que lo conozcan de forma adecuada, para que tengan mejores y mayores oportunidades.
Tendremos una sociedad más justa y equitativa si les damos las herramientas a todos, el computador para cada niño y maestro es la acción más contundente para luchar contra la pobreza, porque abre las posibilidades de prepararse para el reto del mundo globalizado.
Quizás muchos piensen que hay otros programas más apremiantes, pero esos programas la mayoría de las veces existen, solo requieren hacerse cumplir, de seguro el refrigerio escolar, el transporte escolar subsidiado y otros programas sociales ejecutados serán complementarios y hay que lograr su adecuada ejecución.
Un computador para la educación es mucho más que un computador, es darle una poderosa herramienta a los niños para cerrar la brecha digital existente.
Sería maravilloso ver a miles de niños con sus computadores en los parques y sitios públicos con acceso a internet libre, interactuando con el mundo. Es simple: ¿si yo tengo computador porque todos no merecen tenerlo?
Es solo cuestión de voluntad, porque no hay nada más social que la equidad y en eso radica la justicia y nuestro gran desafío.
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HERNANDO FLOREZ ANAYA es columnista de Barrancabermeja Virtual que usted puede ubicar en el correo electrónico [email protected]
