Editorial El Medio Magdalena.
En tiempos de crisis, la situación obliga a innovar, a salir de la costumbre, lo que algunos denominan la zona de confort, para poder afrontar las nuevas circunstancias desde una perspectiva nueva que permita sacarle el mejor partido a la realidad.
Lamentablemente eso no es fácil, las personas se acostumbran y difícilmente cambian su forma de pensar y actuar, y cuando el escenario cambia muchos sufren porque no son capaces de adaptarse a los nuevos tiempos, terminando por padecer las consecuencias de la realidad.
Barrancabermeja está pasando por momentos difíciles, la crisis petrolera ha traído desocupación y parálisis de personas y negocios en una economía profundamente dependiente y que con los años se dedicó casi exclusivamente a servirle a la industria del petróleo y sin mirar más allá.
Además circunstancias legislativas y jurídicas, nuevas leyes y sentencias, han cambiado el escenario para el desarrollo de algunas actividades económicas en el territorio. Todo esto ha llevado a que la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio no solo sea una idea sino una verdadera necesidad, que permita salir al municipio de su dependencia y le genere nuevas fuentes de empleo e ingresos. Así que cuando se habla de diversificación de la economía o de innovación no son solo palabras son una necesidad para sobrevivir y crecer en la crisis que vive el municipio.
En las actuales circunstancias para Barrancabermeja innovar es crucial, no se puede seguir pensando que como se venían llevando los negocios o las cosas que se habían aprendido van a tener el mismo éxito de antes, es indispensable imaginar nuevas formas de hacer negocios y nuevos negocios, así como se necesita aprender cosas diferentes y frescas, pero también desaprender otras que ya no son útiles.
Pero este proceso es difícil y doloroso pues los empresarios y comerciantes, así como la comunidad en general, deben asumir el cambio, y esto no ha sido fácil y muchos aún se oponen al cambio, y son renuentes a innovar. Pero es indispensable que los emprendedores exploren nuevas oportunidades para la ciudad, que redescubran para el municipio el rio y con él la logística y la pesca, también el campo con sus potencialidades, y además abran los ojos al turismo en un territorio diverso geográfica y socialmente.
Sin embargo esto va a tomar tiempo, después de años de comodidad y costumbre, no va a ser fácil enfrentarse a la crisis económica y al mismo tiempo adecuarse para innovar e imaginar nuevas formas de hacer negocios. Pero seguir ignorando esta situación y aplazando los cambios necesarios solo va a alargar el actual estado de cosas, continuando las dificultades y problemas.
Es por esto que el reto es para toda la comunidad, el municipio va a superar la crisis, la dependencia del petróleo y podrá diversificar la economía solo si cambia la forma de pensar y actuar, las soluciones a los problemas no llegaran repentinamente, ni hay fórmulas mágicas, ni mucho menos genios que resolverán todo en un instante, Barrancabermeja necesita el esfuerzo colectivo para realmente enrutar a la ciudad hacia un destino diferente.
Las divisiones y disidencias basadas en intereses particulares no aportan nada a lo que requiere el municipio, solamente ahondan la crisis, lo que se necesita es pensar diferente y hallar lugares comunes donde todos, comunidad e instituciones, puedan articular esfuerzos y avanzar en la solución de los problemas.
Esto no es simplemente discurso, el gobierno municipal viene trabajando en varios frentes para cambiar las cosas en la ciudad, la inversión pública en educación con el transporte, alimentación y becas son un importante esfuerzo de la administración para generar oportunidades para los jóvenes de la ciudad, algo que la comunidad venía reclamando.
En este mismo sentido, el mejoramiento en la infraestructura local, con el avance en la planta de tratamiento de aguas residuales, PTAR, o el impulso al programa de auto pavimentación, son un claro esfuerzo para mejorar las condiciones de vida de la población y generar un mejor escenario para los negocios en el municipio. Y así se podrían señalar otros elementos que impactan en la ciudad, como la elaboración de un nuevo plan de ordenamiento territorial, POT, o el proyecto del parque del petróleo, son importantes y necesarias iniciativas para el desarrollo de la ciudad.
Pero también se hace necesario que la comunidad, en especial los emprendedores, aporten a la ciudad desde su creatividad e innovación, aprovechando las oportunidades que se vienen presentando y el nuevo escenario que se está construyendo en la ciudad.
Es momento de dejar atrás el pesimismo y el alarmismo de algunos, que no sirve sino para hundir al municipio en la crisis, también se deben superar las divisiones, en especial aquellas que surgen de las ambiciones particulares, y afrontar esta época de vacas flacas de manera distinta, pensando en comunidad.
