Es claro que en Barrancabermeja la política se seguridad del gobierno nacional fracaso rotundamente y la ciudad viene viviendo desde hace varios años temporadas de calma antes de tempestades cada vez mas funestas. También es cierto que hablar de seguridad en un país como el nuestro no es fácil pero también es claro que no se tiene un camino y un norte preciso que seguir en esta materia.
Los gobiernos municipales no se le han medido al reto de construir una política local de seguridad de verdad, con objetivos, metas e indicadores, con instrumentos de seguimiento y evaluación, con participación de la sociedad civil y la comunidad, y han dejado el tema bajo la responsabilidad del gobierno nacional que como se ha visto tampoco ha sido capaz de construir un política pública seria. Indicadores como los índices de desplazamiento o de asesinatos no arrojan resultados estables, cada año varían en cuanto al crecimiento o al descenso de sus valores, una clara señal de que los avances en el tema de seguridad son inciertos y temporales, y la sensación que tiene la ciudadanía es que nada pasa.
La falta de información sobre los resultados de las investigaciones y judicialización de los responsables aumenta el desconcierto de la gente que no sabe que está sucediendo, la ignorancia y la impunidad pareciera que reinaran. No es descabellado señalar que hay una sensación de vulnerabilidad entre la población, producto de la ola de asesinatos y de la falta de información y de acción de las autoridades, lo que finalmente lleva a la conclusión que no es mucho lo que se ha avanzado sobre seguridad.
Que se puede reclamar a las autoridades, más allá de declaraciones en los medios de comunicación, muchas de ellas repletas de lugares comunes y carentes de información de fondo, se necesita que se establezca un objetivo en el tema de seguridad y unos medios para alcanzarlo, todo esto concertado con la sociedad civil. Las acciones aisladas de los organismos de seguridad del Estado que duran un par de días son paños de agua tibia, es necesaria una intervención de fondo y conocer realmente la situación en cada barrio, comuna, vereda y corregimiento de la ciudad, en ultimas una política pública, construida con información real y con amplia participación de la comunidad. Al menos desde lo local un esfuerzo como este permitiría afrontar con mayores instrumentos la inseguridad actual, pues desde lo nacional será más de lo mismo, que ha sido a todas luces un fracaso para Barrancabermeja.
