
Según el analista y experto en temas de salud pública Vicente Calvo, el golpe mortal al sistema de salud se empezó a dar a partir del 2014 cuando era ministro Alejandro Gaviria que se incumplió por casi todas las EPS el artículo 8 del decreto 2702.
Luego sumaron la creación fantasmagórica de una EPS como Medimas fundamentada en activos intangibles fraudulentos que le permitió robarse más de 2 billones de pesos a los prestadores sumados a los de Saludcoop, Cruz Blanca y Cafesalud.
Siguió con un mágico acuerdo de punto final por más de 8 billones de pesos que lo que menos hizo fue pagar deudas de prestadores.
Posteriormente liquidaron Coomeva en total impunidad agrandando el hueco de deuda con los prestadores.
Paralelamente y por una condición de colaboración política permitieron que EPS como Famisanar, Nueva EPS y Coosalud hicieran infinidad de tropelías dejándolas en quiebra, disimuladas y permisivas bajo esos fraudulentos planes de restructuración PRI.
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Más adelante, ya en el gobierno de Duque, le dieron carta blanca a Sanitas para acrecentar su integración vertical por años con recursos de la UPC sin nunca controlarla, hasta que esta terminó destruyendo el equilibrio que existía en la logística de medicamentos al estafar a Cruz Verde y poner al sistema en esta crisis asistencial por falta de medicinas.
Y termino cayendo irremediablemente a una intervención por el hueco que fue dejando en sus reservas técnicas que la llevo a la quiebra antes de ser intervenida.
Hechos más, hechos menos, allí están los dineros que ahora quieren convencer que faltan supuestamente por una UPC insuficiente desde hace años y que buscan que el estado les dé nuevamente lo que ya se robaron.
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La sola publicación mensual que viene haciendo Supersalud de los estados financieros de las EPS en 2025 está demostrando vía la reversión que vienen haciendo de provisiones de costos realizadas en 2024 (mal llamadas liberación de reservas técnicas) que la tal insuficiencia de 2024 era totalmente inexistente.
Por eso en las mesas técnicas Acemi busco con apoyo de la supuesta representación de pacientes reducir la importancia de esa información, sin argumento técnico alguno, las actas de esas mesas los delatan.
Lo más peligroso del asunto es que cínicamente ahora el mismo Alejandro Gaviria se propone como la solución a un problema que el mismo creo