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El día que José Luis Rodríguez estuvo en Barrancabermeja – Por: Edgar Daniel Rodao

Conclusión: Como decía mi abuela: "hay quienes van a la iglesia por Cristo y otros van por Cristina".

Yo recuerdo que hace 50 años —cuando apenas estaba comenzando de locutor en Radio Regia—  la Iglesia Evangélica Cuadrangular de Barrancabermeja (la que está ubicada muy cerca al parque Infantil),  invitó a un «cantante góspel» (de música cristiana) de nombre José Luis Rodríguez, un homónimo del renombrado cantante de fama mundial José Luis Rodríguez «El Puma».

Por esa época «El Puma» era muy popular entre las chicas latinoamericanas, debido a que, además de cantante, era actor de telenovelas, culebrones que se transmitían por todos los canales hispanos parlantes de la televisión de la época y en las que el cotizado artista era protagonista de primera línea.

Con muy buena pinta, una mirada serena y un tono de voz varonil, «El Puma» era el súper ídolo de las chicas hispanas.

En ésa época – francamente – era increíble pensar en la posibilidad que, «El Puma«, llegara a visitar a Barrancabermeja.

Sin embargo, el cotizado cantante y actor venezolano —por esa época— «se convirtió al evangelio» y su entrega espiritual fue a tal extremo que no desaprovechaba cualquier oportunidad en televisión para predicar la palabra de Dios.  

Su fama de predicador se hizo grande en todos los niveles.

Por la misma razón, cuando llegó a Barrancabermeja el cantante homónimo de José Luis Rodríguez, muchas personas —especialmente las chicas— estaban convencidas que quien visitaba ese día a la Iglesia Cuadrangular del parque Infantil era «El Puma«

Yo —anticipadamente— sabía que no era «El Puma«. 

De hecho, cuando el reverendo fue a la emisora a pagar la publicidad,  nos aclaró que era un homónimo del famoso cantante venezolano.    

Sin embargo, con una sonrisa socarrona, nos dijo:   «No digan que es «El Puma«, pero insistan en el nombre de José Luis Rodríguez… ese es un gancho para que la gente se acerque a la iglesia a oír el mensaje de Cristo«.

Pagó las cuñas y se fue.

Cuando llegó el sábado, día de la presentación, la iglesia Cuadrangular se fue abarrotando de público, gente que nunca antes había ido a los cultos, especialmente niñas y adolecentes que admiraban al «Puma» por sus telenovelas.

Ya totalmente llena la iglesia, la sorpresa no pudo haber sido peor, cuando apareció en el escenario José Luis Rodríguez, el homónimo de «El Puma«, totalmente diferente al que todas las chicas esperaban.

Aunque el señor tenía muy buena voz, su figura corporal era totalmente diferente: calvo, de barriga pronunciada y pequeño de estatura, (como dicen en Barranquilla, chiquito, barrigón y cabeza pela)… una presencia física que no solo decepcionó a las asistentes, también generó la rabia de muchas de las admiradoras de «El Puma«, al que todas esperaban visiblemente emocionadas.

A los pocos minutos la iglesia quedó sola y el desfile de mujeres – desencantadas – saliendo del templo – por la diagonal 48 del barrio Buenos Aires – fue apoteósico pero también penoso.

Como dicen los pelaos hoy en día: 

¡Qué oso! Al final en la iglesia quedaron los devotos de siempre.

Conclusión: Como decía mi abuela:  «hay quienes van a la iglesia por Cristo y otros van por Cristina».

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