El fenómeno se conoce comúnmente como «acoso mediático». Está ocurriendo en Colombia cuando un grupo de medios tradicionales y sus cuentas en redes sociales trabajan de manera coordinada y estructurada para lanzar ataques repetidamente contra el gobierno nacional.
El objetivo principal es manchar su reputación, a menudo mediante la difusión de información falsa, difamación y otras tácticas maliciosas.
Este tipo de acoso organizado puede manifestarse en varias plataformas, desde los micrófonos de los noticieros, lo hacen también en línea, incluidas las redes sociales, foros y secciones de comentarios.
Estos mercaderes del activismo político emplean estrategias repetitivas y específicas, con el objetivo de crear un impacto negativo sostenido en la imagen pública de su objetivo.
Utilizan la información como arma política
Un aspecto de este fenómeno que estamos viviendo en Colombia, es la utilización de la información como arma. Se elaboran y difunden al público narrativas falsas, imágenes manipuladas e historias engañosas con la intención de causar daño al gobierno.
Los atacantes aprovechan la viralidad de las redes sociales amplificando sus mensajes, torpedeando la gestión y la imagen de este ante su público, lo que dificulta que el gobierno controle o contrarreste la falsa narrativa.
Es esencial reconocer que el acoso mediático no es un concepto nuevo, sino que se ha amplificado debido al cambio de gobierno, al alcance de los medios tradicionales opositores y la facilidad y velocidad de difusión de estos en Internet.
En muchos casos, la motivación detrás de estas campañas puede tener sus raíces en defender los intereses económicos de sus patrocinadores, incluso en rencores personales o por las diferencias ideológicas que los lleva a intentar sabotear el cambio.
Al acoso lo llaman “incomodar a los poderosos”
El término «incomodar a los poderosos» sugiere una forma de activismo o resistencia contra aquellos a quienes se considera que tienen una influencia excesiva o abusan de su poder. Sin embargo, es crucial distinguir entre activismo legítimo y acoso orquestado, ya que este último a menudo implica tácticas que van más allá del periodismo y los límites éticos.
Como usuarios de redes sociales es indispensable que estemos alertas para no tragar entero, tenemos el compromiso de repeler estos ataques para detectar y prevenir el acoso mediático, bloqueando periodistas y medios tradicionales que lo utilizan como arma política
Además, la alfabetización mediática y la educación para la ciudadanía digital desempeñan un papel vital a la hora de empoderar a las personas para que evalúen críticamente la información y naveguen en espacios en línea de manera responsable.
Al fomentar una cultura de comportamiento responsable en línea, la sociedad puede trabajar para mitigar el impacto del acoso mediático de los medios tradicionales y promover un entorno en línea más saludable.
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“Sinceramente estamos siendo testigos en las redes sociales de la mayor degradación del periodismo en Colombia: un grupo de periodistas de los medios corporativos de comunicación dedicados al #LinchamientoMediatico en lugar de un verdadero periodismo de control
¿Acaso a la FLIP no le preocupa eso ?
No se necesita tener 4 dedos de frente para detectar la forma estructurada y concertada para publicar reiterativamente el mismo «ataque» contra una persona, y que ellos llaman «incomodar a los poderosos». Pero el verdadero propósito es desprestigiar a una persona o reducir su credibilidad pública.” – Esperancita Uribe en X
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