Hace 1 año el presidente de la república Gustavo Petro le puso a Barrancabermeja en bandeja de oro una propuesta que hace 50 años hubiera causado un inmenso júbilo entre la ciudadanía, pero que en esta oportunidad fue tomada con una total y absoluta indiferencia: organizar el departamento del Magdalena Medio con capital Barrancabermeja.
Un hecho político y administrativo que le daría total independencia a la ciudad y a la región a manejar sus recursos públicos y desde Barrancabermeja gobernar y manejar los destinos del Magdalena Medio.
La propuesta, lejos de generar entusiasmo, no motivó a los barranqueños del siglo 21 e incluso muchos se opusieron.
Hoy después de un año de la propuesta presidencial, nadie en Barrancabermeja está motivado con el asunto.
Mientras en el municipio de Aguachica (Cesar) más pequeño que Barrancabermeja ya tienen más adelantado el proceso de creación de un departamento nuevo al sur del Cesar.
Indiferencia de la gente en otros temas
La racha de indiferencias con los asuntos de Barrancabermeja no para ahí. Ante los ojos de toda la ciudadanía, entre políticos ladrones de la Gobernación de Santander y sindicalistas y trabajadores (cómplices alcahuetas o bobos que no supieron defender lo suyo) les robaron y desmantelaron una empresa estratégica para la seguridad alimentaria en la fabricación de abonos nitrogenados: Ferticol, hoy totalmente arrasada, destruida, en ruinas y liquidación.
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Nadie en Barrancabermeja dijo nada, nadie protestó y los ladrones que se robaron la empresa felices y encantados de la vida.
El caso de Cormagdalena y otros más
Se nos llevaron la sede principal de Cormagdalena para Barranquilla y nadie dijo nada. El caso más reciente es el del equipo Alianza Petrolera que pese a ser propiedad privada, era un símbolo emocional y deportivo que unía a los barranqueños.
Se lo llevaron para Valledupar como «ladrón en la noche», sin avisar ni respetar a la ciudadanía y aficionados locales y nadie ha dicho nada, pareciera que en Barrancabermeja no tuviera dolientes.
En Barrancabermeja, insólito, habían más hinchas del Atlético Nacional o del América de Cali que del extinto Alianza Petrolera, todo por nuestra falta de pertenencia por lo nuestro.
¿Qué nos pasa?
¿Por qué llegamos a este extremo de total apatía?
¿Cuáles podrían ser las posibles soluciones?
Para abordar este interesante tema, Barrancabermeja Virtual consultó con (3) tres reconocidos barranqueños de toda una vida, para conocer su opinión sobre el tema:
Carlos Arturo Piña
Ricardo Durán Serrano
Darío Junior Echeverry
Para el politólogo Darío Junior Echeverry el problema es un tema de cultura ciudadana y de relación con el territorio que se habita.
Por un lado, dice Echeverry – hay sectores de la comunidad que no han construido lazos ni relaciones con la ciudad, el espacio que habitan es solo un medio para conseguir la supervivencia pero no es reconocido con un territorio para la convivencia.
«No hay tejido social, no hay relaciones de solidaridad con las personas que también habitan este espacio, no hay empatía por la gente ni por la ciudad misma»
Igualmente manifiesta que en Barrancabermeja hay un déficit de cultura ciudadana que impide que jóvenes y adultos sepan que la ciudad es un espacio de relaciones, con otros seres humanos, con los bienes urbanos y con la naturaleza para generar calidad de vida.
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«Para querer a Barrancabermeja hay que dejar de verla como un mero lugar donde se vive para trabajar, y entenderla como el lugar donde habita y desarrolla relaciones de afecto y solidaridad con otros seres humanos, donde se construye relaciones emocionales y empatía hacia el medio ambiente, y donde se desarrollan relaciones de apego y responsabilidad con los bienes públicos.
Si se entiende la ciudad como el espacio vital donde se desarrollan las relaciones necesarias para la vida y no solamente el lugar para la supervivencia se puede generar identidad y sentido de pertenencia que permita construir apego, afecto y conciencia de ese espacio que se habita.
Finalmente manifestó que este esfuerzo es social y político, requiere de un compromiso de la comunidad y del Estado para reconocer las relaciones de la gente con la ciudad.
Ricardo Durán – conocedor de la cultura barranqueña – Opina
Una de las personas que más conoce la cultura de Barrancabermeja es el analista Ricardo Durán Serrano y sobre el tema manifestó:
«Lamentablemente somos una ciudad de inmigrantes y personas de paso, sin arraigo ni pertenencia con la ciudad, inicialmente por las oleadas de inmigración derivadas de la industria del petróleo y en los últimos años una inmigración producto de la violencia guerrillera y paramilitar que desplazó a muchas familias hacia nuestra ciudad».
Según Ricardo Durán «ahora con la inmigración de venezolanos, aumentó el número de habitantes de la ciudad pero lamentablemente por Barrancabermeja no tienen sentido de pertenencia con la ciudad».
Sin embargo para Ricardo Durán «son muy pocas las familias que en Barrancabermeja pueden demostrar cuatro y hasta cinco generaciones de barranqueños afincados en el terruño».
Lamentablemente, insiste Ricardo Durán, en el imaginario popular existe la idea de «llenarse de plata en Barranca» para luego de muchos años de esfuerzo poder salir de la ciudad a disfrutar en otras tierras».
«Es la idea fuerza más reconocida y común; la nuestra siempre fue una economía de enclave y en Ecopetrol esa narrativa es una constante».
«De los jubilados petroleros el porcentaje por establecer de personas que se quedaron en la ciudad debe ser menor del 20% y eso, forzados por otras circunstancias y no por el deseo de ver crecer los nietos y bisnietos en nuestras calles», insiste Ricardo Durán.
Carlos Arturo Piña y su opinión sobre nuestra falta de identidad y apego
El ingeniero Carlos Piña piensa que en Barrancabermeja «aún no salimos de la fase contestataria y que intentamos lanzar la responsabilidad que nos corresponde a otras personas, nuestra creación ha sido en el campo laboral y no más.
Muchos otros aspectos culturales son muy flojos. Somos aún infantes, sin norte. No logro ver a las nuevas generaciones de barranqueños, pero tengo esperanza que superarán las taras, y creaciones de poco valor».
¿Y cuáles son las soluciones a esta situación particular de Barrancabermeja?
Para el politólogo Darío Junior Echeverry en Barrancabermeja se requiere urgente y a largo plazo, un proceso de formación en cultura ciudadana, que incorpore una cátedra para colegios para primaria y bachillerato donde se le enseñe a los niños y jóvenes las relaciones que se dan entre la gente y el territorio que habitan, donde se explique qué es solidaridad y empatía hacia los demás y la naturaleza, donde se explique la importancia de cuidar la naturaleza y los bienes públicos (parques, andenes, calles, monumentos) y donde se enseñe historia de la ciudad , entre otras cosas».
Además, dice Echeverry «se necesita una campaña de publicidad en medios de comunicación masivos (tv, redes sociales), donde con mensajes cortos y directos se enseñe a cuidar la gente, la ciudad y el medio ambiente».
«También campañas de reforestación urbana y rural, actividades de cuidado y recuperación de parques y monumentos, acciones de mantenimiento de vías y andenes».
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«Realizar festivales y actividades de relacionamiento de la comunidad mediante la música, el baile, y la cultura en todos los parques de la ciudad, que facilite formas de relacionamiento social en toda la ciudad».
Finalmente, «reconocimiento social a personas que realizan acciones que benefician a otros, la naturaleza y a los bienes públicos, donde se dé a conocer lo que hacen y se les haga un reconocimiento público, a través de medios masivos de comunicación y redes sociales, de su labor en beneficio de la ciudad».
Todo este proceso, a largo plazo, puede generar un sentido de pertenencia y lazos de unión entre las comunidades y nuestra querida Barrancabermeja.
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