¿Será verdad que en Colombia la riqueza está mal distribuida y que hablar de poner tributos a los mega ricos con todo el capital es populismo patético o hay manos oscuras y candidatos que representan a esos pequeños grupos económicos que se niegan a pagar impuestos?
Según el informe de 2015 sobre distribución de la riqueza en Colombia del Credit Suisse Research Institute en su sexto reporte, se habla de las nefastas cifras sobre la concentración del capital en el mundo: estas arrojan a Colombia en una de las peores posiciones y se observa que de los 31.382 millones de adultos en el país para el año 2015, solo un 16,2% son de clase media o superior y quienes encabezan la lista con más de 100.000 USD de riqueza son solo el 3,8% de la población Colombiana.
No es un imaginario colectivo pensar que la riqueza está distribuida para unas cuantas familias y el resto del país vive en la pobreza o pobreza extrema. Solo 3 personas de cada 10 tienen la riqueza equivalente a las 20 millones que se encuentran en cabeza de la lista.
Según un artículo de «La Silla Vacía» al analizar la cuota de riqueza por deciles se entiende que mientras el primero, segundo y tercer decil suman el 1% de la riqueza nacional, el decil más alto posee el 66,8% de la riqueza de todos los colombianos.
Es decir que la riqueza que constitucional y socialmente debería ser de todos los colombianos se encuentra en manos de unos cuantos.
Para rematar, en los últimos años antes de pandemia ya se presentaba una disminución de 23,4% en la riqueza de los hogares colombianos y un 24,9% en la riqueza por adulto.
Estas cifras para 2015 ya presentaban una caída porcentual más significativa del total de países estudiados en toda América Latina y la antepenúltima de los 200 países estudiados y comprendidos en el análisis del Instituto.
Este panorama devastador es negado a toda costa por el gobierno nacional y por las cifras de entidades oficiales como el DANE y su director Juan Camilo Oviedo para el año 2019, quien aseguraba para esa época que quienes devenguen 450 mil pesos mensuales pueden considerarse afortunados de pertenecer a la clase media.
Colombia es un Estado Plutocrático: (Gobierno de los más ricos). Como en muchos países, esto es casi una regla.
Por ser regla ¿es justo o conveniente?, desde luego que NO.
—Cuando un líder – candidato popular es seguro presidente, es asesinado. El caso Gaitán, entre otros de similar importancia, es prueba irrefutable de ello.
La anulación participación política de los representantes populares que entre otras cosas dio origen a las guerrillas y a la guerra de 60 años, es otro de nuestros males. No se trata de criticar al rico por criticarlo, ni es una muestra del “resentimiento social” como muchos ignorantes aducen, se trata de analizar el monopolio económico anclado al poder del Estado y comprender cómo ese interés particular no debe primar sobre el interés general, la misma constitución lo rechaza pero no se cumple, o mejor dicho, impiden su cumplimiento.
La desigualdad social es la madre de la violencia en Colombia, por eso la verdadera paz es la justicia social. No hay populismo en pretender que quienes más tienen (4000 o más) sean quienes más tributen. Es apenas lógico.
Tampoco es populismo señalar directamente a los grandes capitales y ricos del país, que aunque existiendo muchos más, se destacan cuatro de ellos y aquí vienen:
Sarmiento Angulo, (dueño de El Tiempo; dueño del Grupo Aval, el grupo banquero más grande de Colombia y de los más grandes del mundo; así mismo, uno de los hombres más ricos del planeta)
Ardila Lülle, (dueño de RCN, y muchos medios de comunicación radial, televisiva y virtual, Postobón, ingenios azucareros y con grandes tentáculos en diversos sectores de la economía)
Santodomingo (6), (dueño de Caracol, El Espectador y otros espacios periodísticos, gran accionista de la industria cervecera como Zab Miller, Bavaria, etc., con inversiones en el sector aéreo como Avianca, las compañías de telecomunicación celular, etc.)
Gabriel Gilinski, banquero, (dueño de red Servibanca, Banco GBB Sudameris), dueño de firmas comisionistas de bolsa, de productos comestibles Yupi, de plásticos Rimax, de importantes hoteles, de revista Semana, entre otros).
La pregunta es, ¿Por qué algunos candidatos presidenciales insisten en ridiculizar a quienes quieren y proponen un país basado en la justicia social y por qué defienden los intereses de los grandes poderíos económicos, y lo peor, usan consignas de cambio?
Este artículo también lo puede leer en BVirtual “la nueva forma de escuchar radio” – para instalar la aplicación: Para Android – dar click aquí
Los usuarios de Iphone pueden descargar la nueva forma de escuchar radio dando click aquí
Para leer más noticias de Barrancabermeja y el Magdalena Medio pueden dar click aqui
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
David Rozo es un influencer político que puede ser localizado en Twitter como @DonIzquierdo_ y que se define a si mismo como Activista y defensor de la vida, Promotor del proyecto independiente @VotoPublicoCO