Colombia y Barrancabermeja están enfrentando el tercer pico de contagios del covid 19, generando no solo un incremento en el número de personas infectadas sino también de enfermos que requieren cuidado médico, en especial unidades de cuidado intensivo.
Esta situación demuestra la fragilidad del sistema de seguridad social en salud y ha hecho visibles los errores en la atención a la pandemia.
Increíble, pero después de más de un año de esta situación, el gobierno nacional y distrital parece que no han aprendido nada de lo que ha sucedido, de las lecciones que la pandemia ha dejado, y pareciera que no es la salud y la vida los elementos fundamentales al tomar decisiones para la atención del covid 19.
La comunidad se encuentra sorprendida, y asustada, que en pleno tercer pico de contagios, cuando el número de personas infectadas aumenta cada día en el distrito, así como se conocen cada día más casos de fallecidos, el gobierno y la secretaria de salud local no actúan frente a la situación, y en vez de tomar acciones que disminuyan los contagios, como restricciones a la interacción social, desde los pico y cedula, toques de queda estrictos hasta cuarentenas, se vienen flexibilizando las medidas y retomándose la normalidad previa a la llegada de la pandemia.
La comunidad no entiende que sucede, todo parece que ocurre al revés.
Por un lado se anuncia que no hay UCI disponibles y que los contagios se dispararon, pero por otro lado no se toman medidas para evitar los contagios y se levantan las restricciones existentes.
La contradicción política del gobierno distrital es inexplicable e insólita. El tercer pico esta golpeado duramente a Barrancabermeja y la administración distrital impávida, no actúa ni reacciona.
Es el momento de hacer más fuertes las restricciones, de al menos restablecer un pico y cedula estricto, así como el toque de queda y hasta considerar una cuarentena. Pero la secretaria de Salud distrital no se pronuncia con la seriedad que la situación amerita.
Es evidente en las propias cifras distritales como los contagios se dispararon y como el número de fallecidos aumenta. El departamento de Santander no cuenta con UCI disponibles para atender enfermos de covid 19.
Todo esto ameritaría una reacción rápida y contundente que busque reducir contagios y ampliar la oferta de UCI. Y lo que sucede es todo lo contrario, levantamiento de restricciones y falta de atención pública.
El mensaje de la alcaldía distrital pareciera ser: sálvese quien pueda y cada uno vea por sí mismo.
Todo esto pareciera como si el gobierno local estuviera evadiendo su responsabilidad y mirara para otro lado frente a lo que está pasando.
En este momento de mayor riesgo para la comunidad se necesitan tomar medidas serias, una renta básica y restricciones sociales serian fundamentales para evitar más contagios y fallecimientos.
La atención en salud está colapsada y no se puede seguir impávido viendo como los contagiados no solo luchan por sobrevivir sino también por conseguir una UCI para ser atendidos y aumentar sus probabilidades de sobrevivir.
Es evidente el fracaso de la administración distrital enfrentando la crisis del covid 19 y la población ha sido la más afectada. La retórica de culpar a la población por aglomeraciones y por no seguir las recomendaciones de bioseguridad y distanciamiento social no pueden ocultar el fallo en la atención pública distrital.
Las ayudas en alimentación, subsidios y elementos sanitarios no solo fueron escasas sino han sido tardías. La falta de una renta básica para los sectores más pobres, de formación sobre bioseguridad, de medidas efectivas y acordes al contexto de la evolución de la pandemia, revelan el fracaso distrital.
Otra vez se deja a la población a su suerte, sin verdaderas políticas públicas de atención, sin medidas y acciones efectivas de manejo de la situación y sin liderazgo político ante lo que está sucediendo.
La comunidad debe ser consciente de que esta sola frente a la situación, que el gobierno distrital no está atento a la realidad, así que debe ser cada familia y cada persona la que debe cuidarse, evitar el contagio y llegado el caso gestionar directamente la enfermedad.
Es momento que las entidades defensoras de los derechos humanos se pronuncien sobre lo que esa pasando, el silencio cómplice de la personería distrital no solo es muestra de su inutilidad sino de su incapacidad para garantizar los derechos de las personas.
El concejo también ha mostrado una falta de reacción que le impide gestionar en beneficio de la población. La salud del distrito está a su suerte y solo falta esperar cuando la alcaldía reaccionara.
Este artículo también lo puede leer en BVirtual “la nueva forma de escuchar radio” – para instalar la aplicación: Para Android – dar click aquí
Los usuarios de Iphone pueden descargar la nueva forma de escuchar radio dando click aquí
Para leer más noticias de Barrancabermeja y el Magdalena Medio pueden dar click aqui