Desde tiempo ancestral la relación del territorio en el que se localiza Barrancabermeja y sus pobladores con el rio fue directa y fundamental.
En tiempos precolombinos y de conquista, los Yariguies, quienes vivían diseminados en pequeños grupos “en un espacio natural sumamente inhóspito, de selvas pantanosas, en donde proliferaban los vectores de enfermedades endémicas” (Aprile 1997) desarrollaban actividades diarias básicamente entorno a la pesca y caza, además del trasporte por el rio; estos guerreros supieron defender con valor, ardentía, determinación y vehemencia la Tora de la expedición española que salió en 1536 del Caribe por el rio Magdalena aguas arriba para internarse al país buscando tesoros y vías para la movilidad; de casi 1.000 hombres (entre jinetes e infantería) solo lograron llegar a la región 170, que minados por las enfermedades tropicales solo atinaron a descansar unos pocos días para recuperar fuerzas y devolverse hacia el caribe con la misión de contar lo vivido (Aprile 1997).
También repelieron 300 años después con el mismo valor, ardentía, determinación y vehemencia sus tierras, en tiempos de la República, las expediciones de mercaderes y negociantes de Vélez, San Gil, Zapatoca o Bucaramanga buscando salidas y entradas, por el río, desde y hacia el caribe, a las exportaciones e importaciones de las materias primas y procesadas que producían y requerían estas provincias.
Con la “reducción de indígenas” dictada y publicada en gaceta desde la gobernación de Santander en 1915, se buscó “catequizar las tribus salvajes que residían en las regiones del Opón y Carare” (Aprile 1997), lo que causó su sensible disminución, los pocos indígenas que sobrevivieron se internaron cada vez más en la selva hasta desaparecer.
Así las cosas, se pudieron abrir caminos hacia el Caribe por el rio Magdalena, desde Puerto Santander (posteriormente Barrancabermeja); Con el “desarrollo” llegaron a Puerto Santander Lenguerke y demás exportadores e importadores del “Santander civilizado”, también llegó la industria petrolera (La Trocco) y teniendo el nombre de Barrancabermeja llego la vida municipal.
Todas estas dinámicas socioeconómicas siguieron teniendo al río como principal aliado.
Fue tan trascendente el rio para el devenir de una ciudad que en 1922, año en el que la Trocco construyó su primera planta, contaba con 226 chozas de bahareque y zinc, que precisamente por rio fue que llegaron sus componentes (Aprile 1997); el dato del número de unidades habitacionales es diciente para dimensionar el poder decisorio que podía tener una multinacional, que además se encontraba haciendo lobby para impulsar la idea de erigir apresuradamente como municipio a un corregimiento de esas características para facilitar así los trámites burocráticos que debía hacer en San Vicente, la cabecera municipal.
Fue por ese poder que la multinacional emplazó su complejo en ese lugar, dejando a Barrancabermeja con solo 370 mts de frente sobre el rio, y al complejo industrial con 2.000 mts de mallado sobre el mismo.
El crecimiento urbano de Barrancabermeja comenzó a darse desde los 370 mts lineales del muelle en forma lineal, de oeste a este; durante los primeros años de vida municipal las personas apropiaron de manera espontanea el sector del muelle como la zona de llegada y salida de lujosos barcos turísticos a vapor, también como la zona donde los pescadores llegaban en sus canoas a comerciar el pescado; una vez los barcos a vapor de gran calado desaparecieron, la actividad se limitó en un sector que además contenía aledaño la principal “olla” de la ciudad, solo a la de comercio de pescado y venta bebidas embriagantes mientras la ciudad seguía con su multiplicidad de funciones del sector comercial hacia él oriente.
Hacia 1990 queriendo diversificar las funciones en el muelle se desarrolló el proyecto del paseo del río que como elemento principal contenía las casetas donde se come pescado, interrumpiendo la visual hacia el rio desde la plataforma.
La construcción del Puerto de embarcaciones menores “Puerto Yuma” sobre parte de los 370 ml que le había dejado a la ciudad la Trocco, redujo a 280 ml el frente sobre el rio. Otra equivocación.
Consciente de que Barrancabermeja debía tener su malecón desde el Muelle, la Administración Municipal (2012-2016) realizó con la UIS un convenio interadministrativo para la realización de diseños entre los que se encontraba el del Malecón del muelle, este diseño contaba con el desarrollo de una plataforma a lo largo y ancho de la superficie y eliminaba las casetas de venta de pescado sin proponer una solución de reubicación a esos comerciantes en el sector, también planteaba un mirador en forma de tribuna de estadio, en voladizo sobre el rio, que de haberse edificado habría obstruido la visual hacia el rio, aún más de lo que hoy lo hacen las casetas de comida.
Sobre la necesidad que Barrancabermeja tiene de contar con un malecón, también se han realizado eventos académicos, como el que llevó a cabo la Sociedad Colombiana de Arquitectos capítulo Barrancabermeja denominado: “Mirar al rio, un sueño que es posible”, en el marco de la feria de la construcción de 2013 que promocionaba el Dr Alfonso Eljach.
Al evento como exponente principal llegó uno de los proyectistas del Malecón 2000 y compartió con los asistentes el cambio que significó para Guayaquil Ecuador la decisión de darle la cara al rio Guayas y desde ese elemento comenzar la regeneración urbana que hoy muestra a Guayaquil como un ejemplo de desarrollo sostenible ante el mundo.
De esa manera la administración actual decidió desarrollar un nuevo diseño que en el último trimestre del año pasado fue suspendido por orden judicial mientras se ejecutaba (aún sigue suspendido).
Hoy veo que un proyecto que debería unir a la ciudad no lo hace; para el barranqueño del común el proyecto le es indiferente y no lo debería ser, ya que a partir de mirar al rio se podría plantear una regeneración urbana de características similares a la que vivió Guayaquil en su momento o a la que está viviendo Barranquilla hoy.
La ciudad parece estar condena a seguir de espaldas al rio, con la recurrente degradación del tejido social que esto implica.
Pregunto a los demás barranqueños:
¿Se encuentran cómodos y a gusto con la fachada que tiene la ciudad?
¿Se merecen vivir teniendo una fachada en la que de día es caos y de noche prostíbulos, oscuridad e inseguridad?
Creería que NO. Por tal motivo los llamo a defender el derecho de vivir en una Barrancabermeja mejor, de cara al rio. A esa sociedad civil y a la clase política, en particular a la que piensa en su proyecto político más que en el de la ciudad, les dejo como reflexión las palabras del Dr Aníbal Gaviria Correa (alcalde de Medellín 2012-2015) consignadas en el libro “nuestra nueva Medellín ante los ojos del Mundo”:
“La metamorfosis de Medellín no obedece a esfuerzos individuales. Por el Contrario, ha sido posible gracias a la fortaleza y aporte de su ciudadanía, y también a que, en lo político, Medellín ha sido la sumo de varios buenos gobiernos sucesivos y sintonizados, sin importar la filiación política, el estilo, y sin desconocer los episodios de controversia y veeduría ciudadana, sus gobernantes han querido acertar y con muchas obras han sumado al escenario actual de la ciudad. Ha existido un acuerdo tácito: hay obra y propósitos comunes que siempre deben ser continuados, porque aquí tenemos una visión de largo plazo.”
Tengamos el valor, ardentía, determinación y vehemencia de los Yariguies y la visión de largo plazo de los guayaquileños, barranquilleros y medellinenses.
ARQ. JORGE LUIS RESTREPO MESA
Master en Gestión Urbana
Este artículo también lo puede leer en BVirtual “la nueva forma de escuchar radio” – para instalar la aplicación: Para Android – dar click aquí
Los usuarios de Iphone pueden descargar la nueva forma de escuchar radio dando click aquí
Para leer más noticias de Barrancabermeja y el Magdalena Medio pueden dar click aqui