Barrancabermeja hace unas semanas se encontró de pronto con la mala noticia de la puesta en funcionamiento del nuevo peaje en la ruta del Cacao, que empezó a funcionar en una vía sin terminar, todavía en construcción y a un precio exorbitante.
Eso generó un rechazo social que empezó con las comunidades de la Fortuna y la Meseta de San Rafael, que desde hace años venían alertando sobre algunos elementos críticos de la obra pero que habían sido ignorados por el gobierno nacional.
Finalmente sus advertencias se hicieron realidad y el distrito se encontró con un peaje interno, caro y mucho antes de lo esperado.
La reacción frente al peaje no se hizo esperar y acompañando a los líderes rurales, que llevaban años denunciando las deficiencias del proyecto ruta del Cacao, se sumaron líderes sociales de toda Barrancabermeja.
Y así se iniciaron una serie de protestas contra el nuevo cobro en la ruta del Cacao.
La indignación ciudadana respaldaba el reclamo contra el peaje, y así se formó un grupo coordinador, para denominarlo de alguna forma, que canalizo la molestia de la comunidad y se encargó de liderar las acciones de protesta así como las reclamaciones al gobierno nacional.
Así fue posible que se organizaran una serie de reuniones y se estableciera un proceso de negociación.
Hace unos días se logró una especie de acuerdo, entre este grupo de líderes comunales y sociales y la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, la responsable desde el gobierno nacional de la materia, donde se acordaron unos descuentos en el valor de peajes, algunas excepciones en el pago, el establecimiento de una mesa técnica, entre otras cosas.
El acuerdo despertó la insatisfacción de la comunidad, que exige que se elimine el peaje, y desde las redes sociales se generó toda una polémica en torno a la negociación, sus resultados y sus responsables.
Pero lo que más llama la atención de todo esto ha sido el discreto papel de los dirigentes políticos del distrito en toda esta situación.
Hace un año más o menos, un senador junto con el alcalde distrital se reunían con funcionarios del gobierno nacional mostrando su preocupación sobre el asunto de los peajes.
Se generó una posibilidad de solución positiva para la comunidad de Barrancabermeja.
Pero un año después se pudo comprobar que esa y otras gestiones fueron inútiles. La dirigencia política fue incapaz de detener las medidas adversas a la población, y lo peor, los líderes políticos del distrito y del departamento fueron incapaces de defender los intereses de la población barranqueña.
Ha sido lamentable ver el tímido papel de concejales, diputados, alcalde, gobernador y congresistas. No han asumido ni el liderazgo en apoyo de las reclamaciones de la comunidad, le han dado un lánguido respaldo a los líderes, y no han tomado una posición ante el gobierno nacional.
Así que todo el peso del proceso de negociación ha recaído en los lideres rurales y sociales de Barrancabermeja, que han afrontado la situación sin contar con el apoyo real del gobierno distrital y departamental.
Ha sido un proceso de negociación desigual, donde la representación distrital ha tenido que valerse por sí misma ante la falta de determinación de la clase política.
Toda esta situación demuestra la debilidad de nuestra la dirigencia política
Esta dirigencia prefiere evitar enfrentamientos con el gobierno nacional y tímidamente interviene, buscando resolver los problemas desde una posición cómoda sin entrar a cuestionar las decisiones del ejecutivo central y tratando de acompañar, sin comprometerse demasiado, a las comunidades.
La orfandad de líderes políticos que se la jueguen por la población y sus intereses, sin importarle cálculos burocráticos o políticos, es un grave problema para Barrancabermeja y quedo demostrado en esta lucha en contra de los peajes en la ruta del Cacao.
Es cierto que ese proceso no ha terminado, que la mesa técnica que se estableció será un espacio para seguir revisando la situación, pero lo que han mostrado concejales, diputados, alcalde, gobernador y congresistas es que están cómodos en su posición de facilitadores y mediadores, para mantener una imagen ante la comunidad sin volverse contradictores del gobierno nacional.
Eso llevara a que los líderes comunales y sociales sigan en su tarea sin un verdadero apoyo político.
Hacen falta que se hagan citaciones y debates sobre este tema en el concejo, asamblea y congreso.
Además que se oficien a las entidades de control. Que se hagan las gestiones ante la ANI y el ministerio de Transporte. Y en últimas que cada líder político movilice sus bases de apoyo para hacer las manifestaciones y movilizaciones sociales que sean necesarias.
Esto no es solo una reclamación comunitaria, esto es un tema de defensa de los intereses de Barrancabermeja ante los abusos y excesos del gobierno nacional.
Es momento de hacer valer tantas credenciales y magistraturas, más aun ad portas del centenario municipal.
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