Hace una semana la ministra de las TIC, Karen Abudinen instaló una placa con su nombre durante la instalación de una zona WIFI en Nariño.
Nos preguntamos, señora ministra, ¿usted va poner los 8,100 millones que cuestan esas obras de conectividad? Si es así, no nos molestaría que dejara su nombre ahí. Pero si estas obras – serán 300 zonas en total – se harán con dinero de nosotros, le agradecemos que desmonte su nombre de esa placa y las que vienen.
Cabe recordarle a la funcionaria y a cualquier otro funcionario que es ilegal – según el artículo 5 modificado por el decreto 2759 de 1997 – “colocar placas o leyendas para recordar la participación de un funcionario en obras públicas”. Y segundo, que los recursos públicos no son para hacerse auto publicidad.
Los alcaldes Claudia López (partido Verde) y Daniel Quintero (Independientes), en Bogotá y Medellín respectivamente, firmaron con su nombre un mensaje de texto que notificaba a miles de beneficiarios que recibirían un ingreso solidario. ¿Será que la plata sale de sus bolsillos?
Es como si en la universidad un grupo de estudiantes se reunieran a hacer un trabajo y el encargado de entregarlo al profesor borrara los nombres de todos y lo entrega sólo con el suyo.
En honor la ética y a la verdad cada obra debería estar acompañada de un anuncio que diga “esta obra la hizo usted con sus impuestos y los de sus conciudadanos”.
Está bien que los políticos reciban reconocimiento por su trabajo. En todo trabajo es motivante el agradecimiento de quienes se ven servidos por uno. El problema es cuando el afán de reconocimiento es mayor al deseo de servir, y la política deja de ser política para convertirse en politiquería.
Agradecemos a todos los políticos mencionados que salgan de esa trampa.
Hagan su trabajo en silencio, la gente reconocerá cuando ustedes hagan las cosas bien y eventualmente se lo agradecerán, en las urnas y en las calles. Pero recuerden, esas obras no son suyas, son de todos nosotros.
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La columna escrita por Marco Orozco no representa la línea editorial del medio. Marco Orozco es un instragrammer Emprendedor Digital y Promotor del Yoga cuya misión es la autorrealización y el servicio a la humanidad
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