Tengo que empezar por decir que no conozco personalmente a la precandidata a la Alcaldía de Barrancabermeja, Claudia Andrade González. No la conozco, pero si tengo las mejores referencias políticas y personales de ella, desde cuándo comenzó su carrera política en el año 2004 como concejal del municipio.
Claudia Andrade, desde el control político que ejercía sobre la administración municipal del ex alcalde, Edgar Cote Gravino, impidió que en aquella época el gobierno privatizara a la empresa Aguas de Barrancabermeja y en una lucha titánica —que contó con la asesoría de su padre el ex congresista José Arístides Andrade— logró que el entonces Procurador General de la Nación, Edgardo Maya Villazón, le pusiera su «tate quieto» al ex alcalde Cote Gravino y le prohibiera, desde el Ministerio Público, que vendiera nuestro acueducto local a una empresa privada, un negocio que estaba a punto de ser cerrado con «broche de oro» y que se evitó gracias a la oportuna intervención de la entonces concejal Claudia Andrade.
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El control político es una herramienta fundamental en el diseño institucional de nuestra República y permite a los legisladores ejercer veeduría sobre el Ejecutivo y contribuir al mantenimiento del balance de poder entre las distintas ramas del poder público. En Barrancabermeja, Claudia Andrade —cuando fue concejal— ejerció ese control político de una manera muy eficiente.
Sin embargo, lo que más me sorprendió de esta joven profesional barranqueña, fue la manera como ayudó a defender a su padre José Arístides Andrade, de las temerarias acusaciones de alias «El Panadero», quien junto con varios ex paramilitares quisieron vincularlo con el crimen del ex secretario de Obras Públicas de Barrancabermeja, doctor David Núñez Cala (q.e.p.d.).
A Claudia Andrade se le vio luchando, hombro a hombro, sin descansar las 24 horas del día, de los 7 días de la semana, durante 10 años continuos, para ayudar a demostrar la inocencia de su padre. Había que verla como se movía en los estrados judiciales, en las cárceles y en los medios de comunicación, hasta que finalmente la Corte Suprema de Justicia decidió archivar el caso y declarar inocente al doctor Andrade. Qué orgullo debe sentir un padre con una hija que lo defienda así, de esa manera.
Yidis Medina, la mosca en el vaso de leche
Basado en todo lo anterior, me sorprendió que, en las últimas horas, la ex parlamentaria Yidis Medina, en una total falta de respeto con la autonomía que tiene Claudia Andrade como aspirante a la Alcaldía y con la discrecionalidad que ella tiene para manejar los asuntos internos de su campaña, venga ahora a decirle «qué debe y qué no debe hacer en su campaña», cuando ha sido Yidis Medina «el ícono de los peores ejemplos de corrupción en Colombia» y cuyas consecuencias aún estamos pagando todos los colombianos.
Los candidatos a la Alcaldía de Barrancabermeja deben ser radicales en su rechazo a la corrupción, sin excepción alguna, es decir a la que se presenta en los tres poderes del Estado, en los entes de control y hasta en la empresa privada con sus contratistas haciendo el festín con los recursos públicos.
Los candidatos a la alcaldía NO pueden caer en la trampa de hacerle el juego a una desprestigiada exparlamentaria que solo quiere «pescar en río revuelto” y buscar revanchas personales cuando pretende focalizar —lo que ella llama «corrupción»— en casos en los que ciudadanos gozan de la presunción de inocencia y tienen derecho a un debido proceso. Eso es inadmisible y solo busca crearles problemas a los candidatos y no ayuda a resolver los reales problemas de nuestro municipio.
Resalto el mensaje de autonomía que —con ese gesto de distanciamiento hacia la exparlamentaria protagonista de la Yidispolítica— Claudia Andrade le envía al electorado, barranqueño en donde queda claro que, en un eventual gobierno suyo, se mantendrá —con independencia— alejada de las presiones y chantajes que tanto daño le han causado a nuestra gobernabilidad, a la ciudad y a nuestro país.
Aprovecho esta columna para felicitar a la doctora Claudia Andrade, que repito no tengo el gusto de conocer personalmente, pero le destaco su autodeterminación en el manejo de su campaña y los logros que hasta hoy puede mostrar a la ciudadanía de Barrancabermeja como servidora pública.
No sé, si hoy o mañana la señora Yidis Medina decida regresar a la campaña de la doctora Claudia Andrade y llegue a «figurar» dentro de los cuadros de su campaña; esa decisión forma parte de la discrecionalidad que ella tiene para manejar los asuntos internos de su campaña y es —precisamente— la autonomía que le admiro, le respeto y le reconozco en esta columna de opinión, pero algo claro si debo decir, y es que con la salida de Yidis de esa campaña, la doctora Claudia Andrade «se quitó un piano de encima» que llevaba sobre su espalda.
Definitivamente, no hay mal que por bien no venga.
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CRISTHIAN GUTIÉRREZ MARTÍNEZ es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected]
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