Por: Edwin Palma Egea.
No basta que dos senadores suscriban la iniciativa, formaremos un frente amplio para defender la petrolera, estratégica para el futuro energético del país y los ingresos de la nación.
La semana pasada los senadores Luis Fernando Velasco y Jaime Durán, ambos del Partido Liberal, presentaron un proyecto de ley que, según los medios de comunicación, busca evitar la venta a particulares de un paquete adicional de acciones de Ecopetrol, que hoy están en manos del Estado. La propuesta de enajenar fue anunciada por miembros del gobierno y solicitada por algunos gremios empresariales.
Sobre este tema conversamos recientemente con la ministra de Minas quien nos repitió la fórmula de que el país tenía que cerrar su déficit fiscal y que no descartaban la medida pero que también tenían otras opciones. Nos anunció que tenía una conversación pendiente con el presidente Duque, quien todavía guarda silencio público.
Esta iniciativa legislativa cae como anillo al dedo. Ahora que pasen las discusiones sobre el Plan Nacional de Desarrollo y las objeciones al proyecto de ley estatutaria que reglamenta la Justicia Especial para la Paz, volverá a ponerse en el orden del día, la necesidad de llenar el déficit fiscal que el propio gobierno profundizó con la reciente ley de “financiamiento” y que pretende cubrir reduciendo el gasto público y privatizando lo que queda del Estado.
La USO desde hace rato ha insistido en la urgencia de crear la más amplia coalición ciudadana por la defensa de Ecopetrol, por eso no solo aplaude esta iniciativa del Partido Liberal, sino que desde ya se compromete a realizar todos los esfuerzos para sumar apoyos de otros sectores políticos. Reactivaremos la campaña “Unidos por Ecopetrol” con la cual queremos reunir diversos esfuerzos políticos, sociales y gremiales en defensa de la principal empresa del país.
Según los medios de comunicación, la iniciativa también buscaría evitar que se vendan más acciones durante 20 años, lo que sería una prenda de garantía para el sostenimiento de la empresa, para no estar al vaivén de los cambios de gobierno cada 4 años y para que desde ya la compañía se ponga en la tarea de liderar la transición energética mientras al mismo tiempo busca ampliar las reservas e invierte en el segmento de refinación para reducir la importación de combustibles que supera los 12 billones de pesos anuales.
Recordemos, una vez más, que Ecopetrol es la empresa más grande e importante del país. Con sus ganancias, que son el producto del esfuerzo de casi 40.000 trabajadores, le acaba de aportar al Estado más de 20 billones de pesos por diferentes vías, como no lo hace ninguna otra empresa. Por eso es importante defender su carácter público. Un posible hueco fiscal de ese tamaño solo podría ser llenado por grandes reformas tributarias, es decir, con más impuestos que sin duda alguna, en un gobierno como este, se le cargarían a los sectores más vulnerables del país a través del incremento del IVA. Por eso defenderla, es una tarea de todos los ciudadanos.
Es un grave error vender más acciones de la petrolera, mucho menos que se venda un sector estratégico como su filial Cenit, pues Ecopetrol no tiene problemas de caja, incluso se habla que podría tener hasta 20.000 millones de dólares a la mano para desarrollar su objeto social. Esta filial del transporte, que seguimos reclamando que vuelva a los activos de Ecopetrol, le aportó recientemente a la empresa más del 30 % de sus utilidades y, en la pasada crisis de precios, fue la que sacó la cara por la empresa. Hemos insistido hasta la saciedad en su importancia para el país. Por fortuna para el pueblo colombiano, hay congresistas que lo tienen claro y esperamos con ellos consolidar esta gran coalición.
Una amplia coalición igual a la que apuesta por hundir las objeciones del gobierno a la JEP. Un frente amplio que comprenda que Ecopetrol es estratégica para el futuro energético del país y para los ingresos de la nación. No basta que dos senadores suscriban la iniciativa. Como sindicato, en representación de los trabajadores, en colaboración con las comunidades petroleras y con los sectores políticos que se quieran sumar, defenderemos con firmeza a Ecopetrol. Es nuestra obligación, es nuestro deber.
Después de esta tarea, a pensarnos una política pública de transición energética, de industrialización del país, de inversión en educación y salud pública con la renta petrolera que nos queda. El petróleo se acaba, no dejemos que nos pasen otros 100 años sin pensarnos en una política energética diferente para nuestro país.
ADENDA: La reducción del IVA al combustible suena atractiva y positiva para el usuario final. Lo que esconde la medida es que el gobierno va detrás de la eliminación de los subsidios y el incremento de precio. De eso bueno no dan tanto. Menos en este gobierno.
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