Por: Jairo Andrés Amaya García
Si nos están advirtiendo que en 5 años NO vamos a ser «auto sostenibles en materia energética», lo que debemos hacer es migrar a otro tipo de energías renovables, comenzar una maratónica, pero rápida transición, pero jamás ir a reventar nuestros paramos y fuentes hídricas en busca de una solución que acabaría con el ecosistema y sería solo temporal, igual —al final— tendríamos que migrar a nuevas formas de energía, entonces ¿por qué esperar?
Hablemos claro
El problema NO es el fracking, el problema es el modelo extractivista que fracasó en Colombia en los últimos 100 años.
No podemos seguir haciendo lo mismo que ha llevado a Colombia a ser el (4to) cuarto país más desigual del planeta, que mata con la vocación agrícola y pesquera de nuestra región.
No podemos seguir con un modelo que acaba con el emprendimiento y el progresismo de una región, que la vuelve dependiente de un recurso (como el petróleo) que se va a agotar pronto, con el que se corre un alto riesgo de acabar y destruir el agua y con ello nuestro medio ambiente.
No hay que ser experto, ni científico, ni sabérselas todas, solo basta repasar la experiencia que nos muestra el modelo extractivista en los 100 años de producción petrolera en el país, donde el inventario es de ruina, de descomposición social, de acabar con la iniciativa ciudadana y con el emprendimiento, para solo generar una dependencia en algo que se va a acabar pronto: El petróleo, («petro-dependencia»).
No podemos seguir en las mismas
¿Para cuándo vamos a comenzar la transformación de nuestras energías, a energías limpias, renovables, que generen un empleo que perdure en el tiempo, NO bonanzas pasajeras que solo traen desorden, migración, miseria, prostitución y corrupción?
El modelo extractivista es el responsable directo de los altos grados de corrupción en todo el país.
Ahora nos hablan de $ 50 billones y «nos hacen sentir culpables sino aceptamos sus iniciativas», las mismas que han fracasado durante los últimos 100 años.
Nos quieren convencer de que esta vez será diferente, que el fracking puede ser «amigable con el medio ambiente», que lo uno que lo otro, pero en realidad, con el modelo extractivista el número de billones de dólares de posibles ganancias es directamente proporcional al tamaño de la desigualdad que vamos a generar en nuestra sociedad.
Ecopetrol y el Ministerio de Minas y Energías deben comenzar desde ya a transformarse de cara al futuro.
El futuro NO es el petróleo, NO es fracking, NO es el modelo extractivista, hay que emprender proyectos en las nuevas formas de energías, invertir en energía solar, eólica, generar una cultura del ahorro, del emprendimiento ciudadano que construya en el tiempo una sociedad culta, con valores, con respeto por el medio ambiente, que haga de Colombia un país con menos desigualdad social, un país incluyente.
El futuro está en el agua como valor principal de la vida, del cuidado del medio ambiente. El tema del calentamiento global no es un juego, es real y estamos a 30 años de hacerlo irreversible.
Ahora nos piden que nos embriaguemos con la «riqueza temporal del fracking» mientras pasa el tiempo decisivo para salvar el planeta y de recuperar nuestro país, sacarlo del atraso que han representado 100 años de actividad extractivista y llevarlo a nuevas épocas, con esperanza, lleno de gente honesta y trabajadora, que ha construido su sociedad y su sustento basado en la educación del pueblo y en el trabajo honesto de las comunidades emprendedoras que trabajan la tierra, cuidan su entorno y aprovechan sus ríos.
No podemos seguir postrando nuestra juventud a trabajos pasajeros, a bonanzas que embriagan la sociedad y no la dejan progresar.
Ahí están las energías limpias esperando por nosotros, es tiempo de cambio, es hora de tomar las decisiones acertadas, no repetir la dosis que nos mantiene enfermos como sociedad, no podemos dejarnos deslumbrar por falsas bonanzas que solo benefician y aumentan la desigualdad social, contaminan nuestras aguas y acaban con nuestro medio ambiente, tal cual como ha sucedió siempre.
Si queremos que las cosas cambien, no podemos seguir cometiendo los mismos errores.
Hay que proponerle al gobierno nacional convertir a Ecopetrol en la empresa líder de la transición energética del país.
En las actuales circunstancias, una bonanza de este tipo solo serviría para aumentar la desigualdad y de manera irresponsable derrochar recursos públicos en una evidente avalancha de inmigrantes —que seguramente llegarán a Barrancabermeja de todos los rincones del país— atraídos por la fiebre del oro negro, que complicarían el futuro de la región, generando más pobreza, violencia y corrupción, sencillamente porque está claro que después de la «bonanza» se quedarán a vivir en nuestra ciudad, sin empleo, sin dinero y generándole problemas al municipio que para esa época ya no recibirá los tributos de las regalías petroleras, pero si mucha gente reclamando protección del Estado.
Siempre nos ha pasado y no hemos aprendido la lección.
No podemos seguir cometiendo los mismos errores.
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JAIRO ANDRES AMAYA GARCIA es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected]
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