Editorial El Medio Magdalena.
Ha quedado demostrado que la economía de Barrancabermeja está íntimamente ligada a la industria petrolera.
Muy al pesar de los pobladores la realidad es sencilla, se depende en todos los sectores de los recursos del petróleo y el resto de las actividades económicas que podrían ser alternativa aún están demasiado inmaduras o son incapaces de producir lo que la ciudad añora.
No hay que llamarse a engaños, a pesar de contar con una buena oferta hotelera no hay desarrollada una industria turística que pueda aprovechar esa infraestructura de acomodación y hospedaje disponible, por algo ese sector está en crisis, lo que lleva a que depender del turismo como generador de recursos y empleo es todavía muy prematuro, hacen falta todavía años para desarrollar atracciones, realizar inversiones y hacer marketing para poder contar con un sector turístico.
La logística está en una situación similar, a pesar de contar con un puerto como el de Impala el sector es incipiente en su desarrollo, limitado al transporte de hidrocarburos, lo que implica una escasa dinámica y una dependencia a los ciclos del petróleo.
Estos dos sectores, turismo y logística, están además profundamente afectados por el atraso en el desarrollo del transporte, no hay vías y el rio Magdalena sufre por sus problemas de navegabilidad, así que hasta que no se construya o se termine la Ruta del Sol, la Ruta del Cacao, la Vía Yuma, y se haga la recuperación de la navegabilidad del rio, entre otros proyectos, las dificultades seguirán.
Por último, el sector agroindustrial a pesar de que viene presentando una gran dinámica, con la producción de palma y avícola, entre otros, no tiene la capacidad para generar los recursos y la energía que requiere la economía local.
Frente a esta realidad, en el corto y mediano plazo la ciudad está atada al petróleo y la realidad de este es que en Barrancabermeja es indispensable la explotación de yacimientos no convencionales, lo que se conoce como fracking, como mecanismo para conseguir los recursos necesarios para sostener la demanda local y recuperar las finanzas municipales.
El potencial de reservas de petróleo en yacimientos no convencionales en el municipio son los más grandes del país, millones de barriles esperan ser explotados, lo que hace no solo la principal alternativa sino como la más importante para recuperar la economía local.
No hay que llamarse a engaños, los recursos del petróleo son grandes y podrían representar varias décadas de explotación que traerían una nueva bonanza económica al territorio.
Ese petróleo representaría inversión para la ciudad en términos de empleo, demanda de bienes y servicios directos e indirectos de la industria petrolera, rentas petroleras y regalías para la nación, el departamento y el municipio, entre otras cosas.
Ninguna actividad económica con potencial en el territorio podría beneficiar a la población como lo podría hacer la explotación petrolera, en términos reales es el petróleo la principal fuente de riqueza para la comunidad.
Pero esto no significa que se debe recibir la explotación de yacimientos no convencionales sin condiciones, las cuales deben ser plateadas desde el municipio, que debe ser el que establezca las reglas del juego de esta nueva etapa de la industria y que debe evitar que las decisiones se tomen desde Bogotá y se impongan, pasando por encima de una comunidad.
Barrancabermeja conoce lo que es el petróleo, la industria nació acá hace 100 años y se debe evitar repetir los errores del pasado y garantizar que esta ultima oportunidad permita traer verdaderos beneficios a la población.
La población debe exigir unas condiciones mínimas para permitir el fracking en el territorio, que deben cumplirse para poder desarrollar esos procesos.
Estas condiciones mínimas parten de una reforma al régimen de regalías, donde otra vez sea el municipio productor el principal beneficiario de esos recursos y donde los proyectos deben presentarse directamente a DNP, sin intermediarios.
Se debe establecer un fondo de regalías para Barrancabermeja, que permita financiar proyectos de diversificación económica y de transición a energías limpias que beneficien al municipio.
Se debe garantizar las compras y la contratación de bienes y servicios a proveedores, empresarios y contratistas locales, al igual que la mano de obra, y establecer mecanismos transparentes para seguimiento a esto.
La realización del proyecto de modernización de la refinería, que permita la refinación con alta eficiencia de crudos pesados, como los que se van a explotar, que sería simplemente el cumplimiento que había asumido hace varios años Ecopetrol y el gobierno nacional.
Finalmente, establecer con claridad los riesgos sobre el medio ambiente y las medidas para mitigarlos en cada una de las etapas de la exploración y explotación de esos yacimientos, con el compromiso de realizar las inversiones necesarias para minimizar los daños ambientales, recuperar los que se sucedan y al mismo tiempo realizar las inversiones necesarias para proteger el medio ambiente en todo el territorio.
En este mismo sentido se requiere un fondo de recursos para enfrentar afectaciones ambientales, con el fin de contar con lo necesario para afrontar las emergencias que se presenten en el futuro.
La discusión sobre el fracking apenas empieza, pero hace falta un análisis serio e informado para tomar una decisión responsable al respecto, y siempre teniendo en cuenta a Barrancabermeja, que debe poner las condiciones en esta materia.
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