Es difícil para una comunidad enfrentarse con el revanchismo y el oportunismo, porque este tipo de comportamientos debilitan las relaciones entre las personas, entre vecinos, familiares, amigos, compañeros de trabajo, así como el tejido social mismo, pues usan armas de destrucción masiva como el chisme, la exageración y la mentira para que unos pocos busquen sus intereses particulares por sobre los de todos.
Eso es lo que está pasando en Barrancabermeja en el marco del proceso electoral actual, unos cuantos a partir de injurias, cuentos y embustes disfrazan sus intereses personales en una polarización que solo va a beneficiar a los que quieren pescar en rio revuelto, y así ganar fama o posicionarse como cacique electoral.
En este proceso electoral no se busca que la comunidad gane, mejore su calidad de vida o tenga mayor bienestar, lo que realmente sucede es que unos cuantos buscan desesperadamente posicionarse como candidatos en las próximas elecciones y otros pretenden ubicarse como futuros secretarios de despacho o contratistas.
Eso es lo que está detrás del revanchismo y del oportunismo de las próximas elecciones, no hay un verdadero sentido social o piadoso o caritativo, lo que está en juego detrás de este proceso electoral es la rapiña y la disputa de los recursos y los puestos públicos en las próximas elecciones locales y regionales.
La ambición, la venganza y la ira son los sentimientos que mueven a aquellos oportunistas y revanchistas que sin importarles desestabilizar la ciudad o afectar el bienestar de la comunidad, hacen lo que sea para lograr su objetivo.
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Es difícil construir desarrollo cuando se abandona la razón y la lógica para entrar al terreno del chisme y la mentira, por ejemplo en este momento no se mira la importancia de que como una unidad, como un municipio, toda la población enfile sus energías para seguir reclamando la realización de la modernización de la refinería, como en el pasado 17 de mayo donde la comunidad masivamente junto con líderes sociales, gremiales, religiosos y políticos, que sin importar su partido, polo, liberal, dignidad santandereana, opción ciudadana, entre otros, se dieron cuenta que unidos podían hacerse escuchar ante un gobierno nacional indiferente.
La modernización de la refinería es un objetivo común compartido por toda Barrancabermeja pero algunos pocos, motivados por sus intereses egoístas, buscan destruir lo que nos une como municipio para que esos codiciosos y envidiosos logren satisfacer sus apetitos personales.
Es por esto que frente a las elecciones atípicas próximas prefiero no participar, y defiendo mi derecho que ha sido garantizado por la Corte Constitucional de abstenerme a salir, por que quedarme en la casa es un derecho tan legal y legítimo como cualquier otra forma de participación política, y es mi decisión valiente e inteligente de no hacerle el juego a los revanchistas y oportunistas que solo persiguen sus intereses personales, pues pongo primero a Barrancabermeja y el bienestar de la comunidad.