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Las cosas como son

Las cosas como sonPor: Jairo Andrés Amaya García

 

Las cosas como son, algo que si está bien claro es que ‘Yidis y sus amigos’ no están combatiendo la corrupción, ni Darío está incumpliendo su Plan de Desarrollo.

 

Alguna vez le escuché al alcalde Darío Echeverri decir, que la lucha más importante que se había trazado como gobernante de la ciudad, era acabar con la costumbre de extorsionar y chantajear al alcalde para conseguir beneficios del gobierno local.  Recuerdo que terminó diciendo, «ojalá aguante y pueda acabar esta mala costumbre».

 

El chantaje y la extorsión —para conseguir beneficios de la alcaldía— se volvió un hábito dentro del medio político de la ciudad desde hace 25 años.   Gobiernos decididos ‘a quedar bien con Dios y con el diablo’, empeñaban su palabra ofreciendo las mismas cosas a diferentes personas, para finalmente incumplirle a todos los ciudadanos.

 

En Barrancabermeja se volvió costumbre ‘encaramar pendejos’… ‘hacerse el bravo’… ‘amenazar para conseguir las cosas’ y al final, el mandatario le cumplía parcialmente en lo puntual a algunos de los líderes, pero en medio de una desorganización administrativa, llena de corrupción y politiquería donde la ciudad era la única perjudicada.

 

Así era que se manejaban las cosas. Prácticamente, esas actitudes, eran una ‘doctrina en la cultura política de la ciudad’.

 

Con Darío las cosas son a otro precio.

 

El chantaje y la extorsión no funcionan.

 

Con Darío se hacen acuerdos basados en la planeación, el orden y el cumplimiento. Por ejemplo una OPS o un contrato se adjudica para que se cumpla, los concejales ‘no negocian’ disponibilidades presupuestales en la puerta de la Alcaldía, los empleados públicos y oficiales deben cumplir con sus obligaciones, la vagancia y el tráfico de influencias entre mandos medios se acabó.

 

Son dos estilos diametralmente opuestos de gobernar.

 

Ahí radica la lucha que se está escenificando en estos momentos en Barrancabermeja, entre la vieja escuela de la ‘social bacanería’, donde el alcalde podía durar meses sin ir al despacho, donde los empleados de la alcaldía cobraban ‘peajes’ en todas las dependencias para ser ‘efectiva’ una cuenta de cobro, los secretarios de despacho no tenían control de nada, dejando a la ciudad en el caos y en el desorden en que Darío encontró el municipio y donde reinaba la improvisación y la corrupción, todo lo anterior frente a una administración por objetivos, planificada y exigente.

 

Los resultados saltan a la vista, hoy contamos con todas las dependencias de la alcaldía trabajando mancomunadamente para sacar adelante los objetivos de una administración, desde Obras Públicas, Inderba, Planeación, hasta Salud y Desarrollo Económico, así como todas las demás dependencias del gobierno hoy cumplen a cabalidad sus funciones.

 

Esto trae beneficios a la ciudad, pero conlleva a desgastes al interior de un pequeño sector de la vieja base de trabajadores que se estancaron y siguen acartonadas en la ‘social bacanería’, que no soportan que los pongan a trabajar.    Por fortuna son pocos los que no se lograron acomodar al nuevo estilo, contratistas que son excluidos por incumplimiento y corrupción, me refiero a los ‘eternos asesores de todo y de nada’ acostumbrados a cobrar sin trabajar y en fin todo ese grupo que dicen hoy «sentirse excluidos y maltratados por esta administración».

 

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Eso es realmente lo que está en juego, la continuidad de los procesos iniciados por esta nueva administración, o volver a las viejas prácticas clientelistas y corruptas que tanto daño le han hecho a la ciudad y que hoy se disfrazan de «revocadores moralistas».

 

Están desesperados, andan como locos disparando odio y veneno en las redes sociales, mirando a quien engañan con sus mensajes perversos.

 

Este pequeño grupo de detractores se han dedicado a atacar al alcalde sin ningún tipo de argumentos, con informaciones falsas, dejando ver su odio por el gobernante y por su familia atacando incluso —en forma aleve, ruin y traicionera—  a su esposa y su pequeño hijo de tan solo 9 años.

 

La desinformación es su principal arma.  Los ‘memes’ donde se burlan sin piedad del señor alcalde, de su familia y sus secretarios de despacho pululan por las redes sociales y por cadenas de WhatsApp, dejando ver el verdadero material de que están hechos como seres humanos y que su lucha NO es por la ciudad sino exclusivamente por sus ‘intereses personales’.    Quieren generar caos para luego ver que ‘pescan en río revuelto’.

 

Son un grupo de personas que han fracasado en lo personal, en lo profesional y en lo político, hoy solo tienen la oposición como un arma para deslegitimar, denigrar y destruir a quienes queremos una ciudad distinta, sin corrupción, más equitativa y más justa.

 

Las cosas como son

Hoy estos detractores ante las fallidas revocatorias de Ocaña y El Copey, buscan manipular al electorado para que salga a votar el próximo 18 de junio para tratar de confundir al electorado que claramente dice NO querer participar, NO votar, puesto que ya votaron el pasado 25 de octubre de 2016 eligiendo a Darío Echeverri Serrano, actual Alcalde Municipal.

 

Quienes votamos por Darío Echeverri Serrano lo hicimos para un periodo de 4 años, el cual ha sido asumido con responsabilidad y mucha voluntad, gestión y liderazgo por parte del mandatario.

 

NO podemos estar de acuerdo con un proceso de revocatoria y, por lo tanto, nada tenemos que hacer el domingo 18 de junio diferente a quedarnos tranquilamente en casa y NUNCA acudir a las urnas para legitimar un proceso que, como ya ha quedado demostrado, es ilegítimo e inconveniente para la ciudad y sus gentes.

 

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