Por: Darío Echeverry Jr.
La movilización del 17 de mayo fue un hecho histórico, fue uno de esos acontecimientos donde los mayores pudieron rememorar los años de luchas ciudadanas que marcaron la historia de Barrancabermeja y que habían quedado como referencias del pasado, y los jóvenes pudieron ver de cerca que es posible superar las diferencias y trabajar en pos de un objetivo compartido.
La convocatoria a la movilización fue encabezada por el alcalde municipal junto con la USO, la Cámara de Comercio, el Comité de Gremios, la Iglesia Católica, de la mano de sindicatos, organizaciones sociales y comunales, gremios y líderes comunitarios y políticos, y acompañada por congresistas del Polo, Liberales, de Opción Ciudadana, entre otros, logrando consolidar un frente común, incluyente y participativo, que pudo no solo interesar sino comprometer a una población que había olvidado lo que es luchar por beneficios colectivos, superando el individualismo campante.
Hay que resaltar no solo la diversidad y cantidad de instituciones y personas que apoyaron y participaron en el evento, sino también la masiva participación de la gente, fue literalmente todo el municipio que se volcó a caminar y manifestar su descontento por los engaños de Ecopetrol y del presidente de la república, en defensa de la refinería y reivindicando la valía del municipio.
Es un hecho de resaltar el liderazgo del alcalde municipal, que encabezó no solo la movilización popular sino su organización, trabajando de la mano de los sindicatos, los gremios, las iglesias, los líderes comunales y comunitarios, los parlamentarios, y muchos más, que creyeron en el alcalde y su compromiso con la defensa del proyecto de modernización de la refinería y así lograron conformar un grupo de trabajo que demostró que si es posible lograr resultados cuando se dejan atrás los objetivos particulares y se piensa en el bien común, y eso solo fue posible gracias al compromiso y liderazgo de la primera autoridad del municipio.
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El hecho político se dio, la movilización fue una demostración masiva y contundente de que a Barrancabermeja se le respeta y que la refinería debe ser cuidada por su valor estratégico, energético y económico, y que Ecopetrol y el presidente de la republica deben revisar no solo sus decisiones sino el trato que deben darle al municipio, pues aquí no se ha olvidado que ilusionaron un pueblo, lo llevaron a endeudarse e invertir, lo comprometieron y luego lo han llenado de mentiras y cuentos.
La población de Barrancabermeja se manifestó, y como en otros tiempos demostró que está unida y que sigue atenta a que le honren la palabra empeñada, defendiendo sus intereses y los de toda Colombia.
