Por: Cristhian Gutiérrez Martínez.
Empiezo resaltando la tarea del delegado Gabriel Jaime Dávila, quien en su función de Delegado de la Procuraduría convocó a todas las autoridades interesadas en la realidad de la ciénaga San Silvestre para visitarla y encontrar los focos de contaminación y sus eventuales soluciones. Felicito a ese Gabriel Jaime desprendido de cualquier interés político o amistad que pudiera parcializar su actuación y centrado solo en la realidad de lo que se debe buscar. Ese es el camino que se debió recorrer desde el principio.
Todavía recuerdo cuando la Procuraduría afirmó que «el relleno regional de Anchicayá no representaba ningún peligro para la ciénaga y que se podía construir allí», posteriormente, con la visita de la Defensoría del Pueblo y la misma Corte Constitucional a la empresa REDIBA se le negó su cierre, lo cual sigue indicando dos cosas, o que el lugar de construcción de los rellenos no es contrario a la ley o que definitivamente no han encontrado daño al ambiente por parte de estos rellenos.
Hablar por hablar es fácil, lo hemos visto en profesionales oportunistas y políticos paracaidistas que vieron en el medio ambiente el escenario para hacer negocio generando pánico, hoy desmentidos por expertos en temas ambientales y profesionales de la salud. Estos oportunistas que opinan de acuerdo a lo que su patológica imaginación les indica, lo único que han logrado es fortalecer judicialmente a los rellenos de REDIBA y Anchicayá que en cualquier momento —este último— puede ser reabierto.
El ex alcalde Elkin Bueno Altahona decía en su momento, “el problema no es la ubicación del relleno sino los requisitos de la licencia” y en gran parte tenía razón.
El mismo ex concejal Pedro Luís Gómez, ingeniero civil de profesión, decía que “el relleno puede estar al lado del mar siempre que sea bien manejado”. Esta una visión técnica acertada. Imputar responsabilidades a estos rellenos sin demostrar su directa vinculación lo único que ha generado es dificultar la defensa del medio ambiente, distrayendo además la atención de otras posibles fuentes de contaminación.
Desde el año 2013 —cuando salió la primera licencia— se empezó a definir la estrategia jurídica para combatirlas y hasta el día de hoy han dado como resultado, la de Anchicayá con licencia suspendida y la de REDIBA lista para permitirle ordenar la construcción de un acueducto a la vereda de Patio Bonito. Sin embargo, me sorprende ver a ahora ‘nuevos oportunistas’ solo para buscarle entorpecer el camino al secretario de Medio Ambiente, doctor Alejandro Bohórquez Salazar y al alcalde de Barrancabermeja, Darío Echeverri Serrano quienes no tienen opción diferente a actuar dentro de los límites de la ley. Curiosamente estos ‘nuevos oportunistas’ son ayudados por personajes deslegitimados por la misma historia.
Un abogado que fue declarado insistente como servidor público por traicionero, irresponsable y acosador; un ex convicto que desde tierras lejanas le mete leña a la hoguera a un tema que desconoce jurídicamente y un par de señoras ‘dolidas’ con el Alcalde porque no les permitió la vagabundería de cobrar más por hacer menos, son hoy los que quieren tomar el tema del ‘medio ambiente’ como bandera politiquera pero, por fortuna, sin credibilidad porque ya Barrancabermeja no traga entero en este tema.
La tarea del ecosistema es de todos, pero alejada de intereses económicos, es incoherente pedir el cierre de un relleno cuando están buscando que le licencien otro.
Es absurdo utilizar a la comunidad de Patio Bonito diciendo que «se les defiende» para después ir a pedirle votos a esa misma comunidad o más descarado aún, respaldar o criticar las decisiones del alcalde en temas de interés general, pero de acuerdo a lo favorables que hayan sido sus aspectos personales en materia de contratación, o de OPS a algunos de sus familiares.
Las decisiones del alcalde de Barrancabermeja, Darío Echeverri, no pueden apartarse de la ley y así lo ha venido haciendo desde el primer día de su mandato. A él y a su equipo es a los que más nos duele la presencia de esos rellenos en esa zona, sin embargo los términos de ley en el derecho público dilatan enmiendas que uno quisiera inmediatas, y que de tomarse representarían perjuicios económicos para su autor, es esa la razón por la que la misma C.A.S. actúa contradictoriamente y no revoca sus mismas licencias, pero tampoco las deja en firme, porque es consciente de la Acción de Repetición que se les viene en camino por parte de los empresarios licenciados, de seguir las cosas así.
ADENDA: Los señores Honorables Concejales del Municipio de Barrancabermeja no deben olvidarse que son autoridad política en el municipio, que su colaboración, vigilancia y atención sobre este tema también favorece el debate. El permanente silencio en este tema no ayuda a disipar las dudas que los oportunistas quieren generar irresponsablemente sobre el tema.
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CRISTHIAN GUTIÉRREZ MARTÍNEZ es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL, puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected] / Siga a Cristhian Gutiérrez en Twitter: @CristhianGtz / Vea su página en YouTube: https://www.youtube.com/channel/UC_zsGVtM22pttpK1miQ_sjw