Por: Andrés Miguel Sampayo Navarro
«Si los hombres se embarazaran el aborto seria un mandamiento». Eso leía y pensé en quiénes en Colombia hacen las leyes, las leyes que terminan afectando el cuerpo de una mujer, pues a los hombres, los que tenemos pene y no vagina, no nos afecta.
¿Por qué sólo los hombres deben estar tomando decisiones sobre la matriz del cuerpo femenino? … ¡ Eso es algo que no tiene sentido !.
Según el ministerio de la Protección Social, el aborto ilegal es la tercera causa de mortalidad materna en Colombia. Es en ese punto donde aparecen las preguntas que estamos esperando para que la despenalización del aborto sea total y para que un Procurador, que es hombre, no sea el primer opositor público del tema, él, que nunca tendrá que pasar por alguna situación similar.
En Colombia la despenalización del aborto se aplica en (3) tres casos especiales: Cuando la mujer ha sido objeto de violación, cuando hay una malformación grave en el feto o cuando el embarazo registra riesgo para la vida de la madre.
Como lo evidencia Mónica Roa en un ensayo escrito para la revista Número titulado, «Diez razones que lograron su despenalización parcial» que dice: «El embarazo es un fenómeno biológico que únicamente las mujeres podemos experimentar y, por ende, sólo nosotras tendremos que enfrentar, alguna vez, el dilema de interrumpir o no un embarazo.
Catalogar el aborto como un delito no ha demostrado persuadir a las mujeres que quieren interrumpir un embarazo de no hacerlo.
Cuando una mujer se encuentra en una situación tan desesperada que prefiere convertirse en delincuente antes que en madre, la pena anunciada por el Código Penal no la convence de no abortar, sólo la obliga a acudir a procedimientos inseguros que ponen en peligro su vida.
Por ejemplo, ¿se ha preguntado usted alguna vez qué pasaría si es víctima de una violación y producto de ésta resulta en embarazo?
Si usted es mujer, seguro que se lo ha preguntado de manera nerviosa; si usted es hombre, se habrá dado cuenta que esa preocupación nunca le ha pasado por la cabeza».
En el debate sobre la despenalización total del aborto las mujeres son las que deben ser las protagonistas, los hombres, en este caso, debemos ser minoría y hacer pequeños aportes de acuerdo a como se vaya presentando la discusión, nosotros no tenemos la autoridad moral por historia, ni física, porque nuestro cuerpo es diferente para imponer nuestras decisiones en algo que solo puede suceder en el cuerpo de una mujer.
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NOTA: Andrés Miguel Sampayo es un columnista de Barrancabermeja Virtual que usted puede seguir en twitter: @asampayo