Por: Dario Echeverry Jr.
El actual invierno ha puesto en evidencia una serie de hechos que afectan profundamente a la ciudad, términos sociales, económicos y hasta políticos. Y es que esta temporada de lluvias revelo que finalmente tanto los gobiernos en todos sus niveles, municipal, departamental y nacional, los partidos y organizaciones políticas y sus representantes, las organizaciones sociales y gremiales y la ciudadanía misma han sido incapaces de poner en la agenda publica la solución a las consecuencias del invierno, lo que ha llevado a que la habitual inundación de barrios y sectores ribereños con la crisis humanitaria y las perdidas económicas consecuentes, se convierta en un eterno y recurrente problema sin arreglo.
Y lo peor del asunto es que el problema del invierno tiene otras dimensiones que lentamente se están apreciando y que claramente afectan la municipalidad. El problema de las vías de comunicación con otros municipios, por ejemplo el cierre de la carretera hacia Bucaramanga, afecta la competitividad tanto del país como del departamento y del municipio. La infraestructura del país en términos de transporte de mercancías es bastante frágil, pues el transporte férreo es casi inexistente y el fluvial esta en una situación similar, lo que produce una gran dependencia de las carreteras para el movimiento de carga. Además la infraestructura vial es limitada, tanto en extensión como en capacidad, haciendo más frágil el sistema de transporte nacional. En este contexto, las afectaciones a las vías producen consecuencias en la productividad y competitividad, lo que necesariamente hace que se prendan las alarmas para intervenir de fondo sobre esta situación.
Y otra dimensión del problema es la relacionada con la política. El invierno con sus consecuencias sobre la población y la economía han sido marginalmente resueltas por los gobiernos, dejando que el problema se repita cada temporada de lluvias. En este sentido, en Barrancabermeja el gobierno local actual debe considerar la situación y empezar a tomar medidas, desde el dragado de algunos afluentes y la construcción de muros de contención, pasando por la reubicación de hogares, hasta la gestión para la ampliación de las carreteras o la modificación del trayecto de las mismas, por solo señalar algunas acciones urgentes.
Es necesario que todos asumamos la responsabilidad y se tomen las medidas necesarias desde el gobierno municipal, los partidos políticos y sus representantes, los gremios y organizaciones sociales, y la ciudadanía, para evitar que el próximo año se repita la situación actual.
