Por: Alfredo Benavides
Ante los últimos acontecimientos de la vida publica en Colombia, hay que hacerse varias reflexiones; la única solución es ¿continuar con lo que ya está? Que queda de la institucionalidad… ¿es bueno para el país, para los ciudadanos lo que hay? Que futuro le espera a nuestros hijos e hijas, ¿tendremos que seguir sacándolos del país? , ¿“Los mejores” seguirán buscando plazas en otras culturas diferentes?, ¿La clase política la del statu quo seguirá indiferente preocupada únicamente por lo suyo?, ¿La clase técnica continuara prepotente y aislada creyéndose superior y de espaldas a los demás?, ¿La clase industrial económicamente privilegiada seguirá contando con la “suerte” de oprimir a los más necesitados?, ¿la insurgencia será “exterminada” o proseguirán en un mundo paralelo dentro de agujeros negros lejos de la realidad de la historia?, ¿Nuestro país Colombia permanecerá cual gigante avanzando contra la corriente de obstáculos liliputienses?.
A todos, a la mitad de los colombianos; los del trabajo informal , los del rebusque profesional, la clase media, los de a pie, los que día a día se levantan; y si hay con que preparan el desayuno, recorren varias cuadras en ciudades o kilómetros en veredas, cogen buses, busetas por horas, transmilenios, o metro o vehiculo propio si son medio afortunados y a duras penas les alcanza para la gasolina , y suelen como quien no quiere la cosa darle un vistazo a las cuentas de servicios públicos; agua, luz, teléfonos, cuotas de; arriendos, hipotecas, tarjetas de crédito, pensiones , carro, matriculas de los colegios, y se dan cuenta que casi no les alcanza y si da para lo uno no puede para lo otro.
A los más pobres, a los desempleados a los más ricos que la mal llamada crisis los tiene también llorando, a todos nos interesa saber que va a pasar o es que lo que vemos es lo mejor y debe continuar, o es posible pensar en voces de esperanza , en los sueños… en el despertar del sueño latino americano , del sueño colombiano, ¿por qué no ver que están haciendo o pueden hacer las señoras en los patios de las casas? preguntó recientemente Bill Clinton en Cartagena, porque no ir cuadra por cuadra, barrio por barrio, vereda por vereda preguntando que saben y que pueden hacer, si la tiendas están llenas alguien tiene que comprar, porque no transformamos la materia prima en nuestras casas, del coco se pueden hacer 250 empresas, de la cáscara de arroz 10, del plátano , la yuca y el café 100 y en vez de exportar cacao hagamos plantas de pastas de chocolate y exportemos, transformemos; la bauxita, la fosforita, el yeso, la cal , el carbón, el petróleo, la esteatita, , el hierro, el azufre, el coltan, la barita y otros minerales que son cientos en Colombia, hagamos plantas de manera masiva en sociedades mixta; los privados con el estado.
Preguntémosle al vecino que sabe hacer o que desarrollo productivo hace, cuantas cocadas, envueltos o dulces produce, cuantas tinas para baño hace escondido en ese garaje del barrio periférico, cuantos canastos puede hacer con revistas recicladas. Hagamos sociedades mixtas con estos vecinos y vecinas, no le demos plata y ya…, asesorémoslo, volvámonos socios de ellos, hasta que sus productos o servicios alcancen el punto de equilibrio y justo en ese momento devolvámosle el dinero a la nación. ! Dios como quisiera que hubiera un Barack Obama en Colombia ¡.- me dijo una señora en el sur de Bogotá. También lo están diciendo en la ciudades y pueblos, en donde esta ese colombiano hombre joven de pensamiento, de la provincia, social conservador y liberal, demócrata y humilde, preparado , buen orador, indígena, negro, mestizo y con orígenes blancos, honesto y con experiencia, que sobrepase a la única necesidad de la seguridad democrática o de lo social con un discurso esperanzador centrado en la productividad , ese candidato ese el del sueño Colombiano es el que todo el mundo esta esperando.