Pasados los días de cuarentena estricta y obligatoria se hace necesario hacer una evaluación de su utilidad para Barrancabermeja. Fueron 12 días difíciles para la comunidad que vio restringida su vida social y económica.
Esta nueva cuarentena era necesaria en el contexto del ascenso de los contagios en el distrito, que requerían medidas estrictas para buscar frenar el incremento de nuevos infectados.
Además, era un tiempo indispensable para ampliar y fortalecer la capacidad de atención en salud local, incrementando el número de equipos y elementos de atención especializada, así como de uci.
En este contexto se justificaba las medidas extremas de contención de la propagación de la enfermedad, así como las indispensables acciones para fortalecer el sistema local de salud.
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Pero también hay que señalar que esta cuarentena se tomó sin las medidas complementarias necesarias para que esos días no afectaran el bienestar social. Estos días sin mercados y apoyos para los sectores de la población menos favorecidos ha provocado graves afectaciones en la calidad de vida de la gente.
Ni hablar de las afectaciones económicas de comerciantes y empresarios, que deberían recibir verdaderas ayudas desde el gobierno distrital, como exenciones en el pago de impuesto de industria y comercio y/o predial.
Hacer una cuarentena sin entrega de esas ayudas es golpear duramente la economía de la población, y aunque no se midió ni estudio esa afectación, los hogares barranqueños se sintieron perjudicados nuevamente por esas restricciones.
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Otro elemento que debe señalarse es el número de exenciones dentro de la cuarentena, 46 en total, que permitieron que un número amplio de pobladores pudieran movilizarse por el distrito, a pesar de las restricciones, a desarrollar actividades económicas. Esto significó un alivio para ciertas empresas y comercios pero también significo que la restricción a contagio no fue tan estricta y las facilidades de movilidad pudieron ser un atenuante al control de la propagación del contagio.
La cuarentena de 12 días significó que las UCI disponibles en el distrito se cuadruplicaran, lo que muestra que se logró un verdadero fortalecimiento de la capacidad local de atención en salud a los afectados por la pandemia, y aunque hay algunas dudas sobre si existe el suficiente personal de salud para cubrir esa ampliación o que si todas esas uci son para atender a los enfermos de covid 19, es un gran logro para el gobierno distrital que su gestión con la gobernación de Santander y el gobierno nacional lograron ese importante resultado.
Pero lamentablemente estos 12 días también dieron como resultado un incremento en el número de contagiados. Según datos publicados por el distrito, el 12 de agosto había 645 casos activos, el 24 de agosto la cifra subió a 1.309 casos activos, el doble de contagios en esos días, mostrando que la cuarentena no logro frenar los contagios en el distrito.
La realidad es que el número de infectados por covid 19 crece en el distrito, a pesar de esa cuarentena estricta.
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Ahora que se avecina el levantamiento de las medidas de control, en medio de un momento de aumento de contagios, no se logra entender porque no se toman medidas para controlar la situación, lo que lleva a suponer que la cuarentena fue una acción desarticulada con las actuales decisiones tomadas, pues no hay transición entre medidas extremas, y hará falta una mayor gradualidad en el levantamiento de controles por el contexto que se está viviendo.
Solo hace pocos días se empezó una entrega masiva de tapabocas, necesaria pero que requerirá que se repita de manera constante, sobre todo considerando que habrá una apertura de actividades económicas y sociales en medio del aumento de infectados.
Hay que reconocer que los 12 días de cuarentena no fue una medida realmente afortunada, en términos reales sus efectos para controlar la pandemia son cuestionables, hasta el fortalecimiento del sistema local de salud se podría haber logrado sin necesidad de la medida.
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El distrito se enfrenta a un crecimiento permanente en los contagios y el levantamiento de las medidas de control parece que se toman en el peor momento.
Permitir el funcionamiento de más actividades comerciales y económicas no parece una buena idea ahora, pero todo conduce a que es el autocuidado y las medidas de bioseguridad las que primaran, desde el gobierno nacional esa es la decisión, por lo que se hace indispensable aumentar la educación ciudadana y la entrega de elementos de bioseguridad a la población.
Se vienen días decisivos y habrá que esperar cómo evoluciona el contagio de covid 19 para poder tomar nuevas determinaciones, pero se hace indispensable considerar criterios epidemiológicos, económicos, sociales y psicológicos en las próximas medidas a tomar, además de tener en cuenta seriamente la evaluación de lo hecho hasta el momento, para definir el mejor rumbo a seguir.
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