Por: Hernando Flórez Anaya
Desde hace mas de una década nos dimos a la tarea de demostrarle a Ecopetrol, que cada vez que las empresas contratistas de la ciudad se les permitía participar en iguales condiciones que empresas de fuera de la región, ellas ganaban y como consecuencia de eso las personas de la región accedían mas fácil al empleo en esas obras, eso nos causo diferentes y profundas diferencias con Ecopetrol, hoy en día y pese a nuestras excelentes relaciones algunos no nos perdonan eso.
Producto de esa concertación nuestras empresas pasaron de contratar el 22% a contratar en la actualidad el 52%, las políticas de Ecopetrol al respecto cambiaron dramáticamente con respecto a facilitar la participación de nuestras empresas y ella misma se puso metas para que esto se cumpliera, de esas negociaciones nació la semilla de la plataforma publica de empleo que maneja el Sena, programas y proyectos de capacitación y formación para el fortalecimiento empresarial y el apoyo a iniciativas como la del clúster del petróleo y gas
Esa fue, tengo que decirlo una lucha en la que nos toco solos y que conto con la reacción del gobierno quien en su momento cambio a los empresarios que estaban en la junta directiva de la entidad por empleados directivos de Ecopetrol, claro que el tiempo nos dio la razón y reconocemos que valió la pena
Hoy los escenarios de concertación y dialogo son diferentes y aunque hay temas importantes y delicados por tratar, entre los que tenemos en la agenda con Ecopetrol, el reconocimiento de la experiencia de las empresas naturales al convertirse en jurídicas, la validación de la subcontratación, la venta de materias primas para la industrialización, caminamos un sendero cada vez más prometedor y el tema que consideramos más delicado que es la participación en las licitaciones de obras que se hacen en la región y que se llevaron para contratar en Bogotá, sobre las cuales advertimos en su momento seria una acción que alejaría a nuestros empresarios de la posibilidad de participar con equidad, sobre estos temas esperamos la mejor voluntad de Ecopetrol.
Replicar este experimento en otras entidades de la ciudad debería ser una tarea a emprender por todos, porque seguimos creyendo firmemente que la forma más eficaz para que tengamos empleo para los barranqueños es que los contratos de obras sean ganadas por empresas contratistas locales, no faltara quien diga que para eso hay que violentar la ley, ese argumento ya lo vencimos, para lograrlo lo único que se requiere es que se permita la participación en igualdad de condiciones, seguramente pasara con ello lo mismo que ha venido pasando en Ecopetrol.
La lógica lo explica claramente, cuando un contratista de la ciudad con profundas raíces en ella, se gana una licitación, tienen oportunidad los amigos de la cuadra, los del colegio, los de los hermanos, los de la esposa, los de los bailes y parrandas, lograr que esto se dé es una exigencia imperativa de todos los barranqueños.