Por: Heyner Mancera Rincón
La unión de Sergio Fajardo y Antanas Mockus, es la consolidación de la nueva propuesta política nacional que tiene su fuente en la academia, la pedagogía y lleva estos postulados a la política. No es una unión cualquiera; en muchos años no había visto una verdadera propuesta alternativa con un nuevo camino anclado a principios políticos de partido alejados del embeleco “independiente”, porque como lo señalara mi columnista amigo Hernando Florez Anaya, “el tiempo de los independientes ya pasó”, así espero también que haya pasado el tiempo de los partidillos de minorías con avales de alquiler.
Paulo Freire dijo que “los educadores somos políticos y hacemos política al hacer educación”. Y la política al ser pública, tiene el carácter de pedagógica porque ilustra al pueblo, lo guía, lo forma en asuntos comunes, colectivos y públicos. El educador tiene la inconmensurable labor de construir sociedad, modelar su futuro, transformarlo a través de un proceso de clarificación de conciencias y un conocimiento critico del mundo imperfecto, que espera ser conquistado por mentes brillantes y es allí donde la política y la pedagogía se funden.
Aquella popular frase “de tal palo, tal astilla” resume que el ejemplo de padre es instrucción para su hijo y en política los “padres de la patria” han dado sus peores ejemplos y al parecer nunca han comprendido que sus malas enseñanzas han sido instrucción para sus hijos Gobernadores, Alcaldes, concejales, etc. En otras palabras, si el presidente lo hace, lo hará el ministro, el senador y así hasta llegar al miembro de JAC clientelista, razón por la cual, la política no ha cumplido su deber de “ciencia de la conducta” en los asuntos públicos y por el contrario funciona como instrumento para mantener el poder en los mismos, hace 200 años.
En tal sentido, Colombia requiere de personas que en todos los niveles sociales, den su mejor ejemplo de liderazgo positivo, como enseñanza para ir transformando gradualmente, la estructura que ha llevado nuestro país a indicadores vergonzosos de violencia, desplazamiento y pobreza.
Los sabios del pasado como Aristóteles consideraron la educación como base del estado y la pedagogía como base de la política. Solo a través de la educación se interiorizan valores que caracterizarán el estado, sus instituciones y normas; Y la pedagogía establece los fines y métodos de la educación para que la política los generalice a través de sus medios económicos y legales plenamente concebidos.
Antanas Mockus lejos de ser un hombre perfecto, es un educador, un artista que ha sabido moldear y transformar parte de nuestra sociedad con sus enseñanzas, un profesor dedicado que desea seguir ilustrando desde el lugar donde se toman las decisiones más importantes del país; A Antanas se ha unido otro profesor no menos dedicado y ejemplar como Sergio Fajardo formando la propuesta alternativa de la Pedagogía, Academia y Política en una sinergia que genera confianza. Esta alianza no garantiza la victoria, solo hace más interesante su búsqueda.