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Una pausa

 Ya lo decía AURA LUCIA MERA columnista de El Espectador: “estamos hasta la coronilla, hartos, cansados, agotados y, por qué no, mamados de los ventiladores prendidos y nunca apagados, del DAS, de la yidispolítica, del referendo, del transfuguismo político, de los escándalos del Congreso, de los insultos y las amenazas con los países vecinos, etc”.  Hoy quiero hacer una breve pausa en medio del fuego cruzado y hablar sobre cuales deben ser (a mi modo de ver) las características de un presidente ejemplar que simbolice el líder político del siglo XXI. 

Un líder que no este pensando si debe estar en la Izquierda o la Derecha, que tenga una visión amplia de la política y entienda que los problemas habituales de nuestra sociedad no requieren de ideologías sino de soluciones prácticas y a la vez profundas, que piense en las futuras generaciones, el medio ambiente, buenas relaciones con los demás, que sabe que el enemigo se llama corrupción, violencia, indiferencia, un líder autocritico, capaz de conciliar, crecer, que conoce el verdadero valor de la educación, la niñez, la adultez, la mujer, que respeta al trabajador, la democracia, la ley y los principios.

Expresándolo lo de otra forma, el hambre, la falta de vivienda, la inseguridad, el analfabetismo, el ausentismo escolar, la contaminación, el desempleo, la falta de servicios de salud, la violación de DDHH, todos ellos y mas son problemas que están allí latentes, tangibles esperando ser resueltos con decisión y voluntad, dos características fundamentales de ese líder del siglo XXI que parecen extraviadas en la gran mayoría de los políticos colombianos.  La solución a la pobreza tampoco la vamos a encontrar en dictadores o caudillos mandoncitos como lo expresó Héctor Abad Faciolince “En el vecindario creen que milagrosamente, de la noche a la mañana, podrán salir de la pobreza y la exclusión con dictadores indios o mestizos; aquí creemos que gracias a nuestro caudillo blanco se acabarán al fin la peste de la inseguridad y el salvajismo guerrillero”.

Entonces, ante el actual panorama, dónde buscar esos lideres al finalizar la primera década del Siglo XXI ?  La pregunta puede causar un poco de vértigo si analizamos que los sempiternos corruptos han hecho escuela y tienen entrenadas sus nuevas generaciones para mantener el statu quo que da vivir de la politiquería.  La respuesta puede estar en el buen ejemplo de los mayores, el buen criterio de los jóvenes y la buena educación de los niños, tengo la gran esperanza que esos lideres del siglo XXI se encuentran en colegios y universidades públicas o privadas interiorizando el pensamiento del Dramaturgo Publio Terencio: Hombre soy, Nada humano me es ajeno. 

Heyner Mancera Rincón
Barranqueño
Esp. Química Ambiental U.I.S.
Mg. Gestión  Ambiental P.U.J.
[email protected]
www.capitalambiental.blogspot.com

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