El nuevo gobierno de EEUU – hasta ahora – se está presentando como lo que podríamos llamar un gobierno de corte fascista, cada palabra y cada acto que realiza parecen confirmar el carácter fascista del gobierno de la principal potencia económica y militar del mundo.
Y esto es un peligro para la humanidad, para toda la humanidad.
Hace años hay voces alrededor del mundo advirtiendo de lo que puede pasar si no se detiene al fascismo y no se hizo lo suficiente y ya hay gobiernos fascistas por todos lados, pero hasta ahora se ubicó uno al mando del país con la mayor capacidad militar de todo el planeta, y con la economía más grande..
El fascismo es eminentemente racista, clasista, aporofóbico y excluyente, que se fundamenta en la construcción y persecución de un enemigo interno, culpable de todos los males, bajo el mando de un líder único que profesa un estado de permanente miedo social y amenaza existencial de toda la nación, apelando a un glorioso pasado, y dirigiéndose a grupos sociales frustrados y desengañados, pretendiendo el control físico y mental de las personas y el desprecio del conocimiento científico.
Eso en términos generales es el fascismo. Y eso se ve en muchos lugares del mundo pero lo peligroso ahora es que llegó a un Estado que puede potenciar los efectos negativos de un gobierno de este tipo.
El peligro crece día a día
El peligro sobre la humanidad crece día a día con un gobierno fascista en Estados Unidos, pues las posibilidades de que se apoyen y repliquen movimientos fascistas en todo el mundo crece, que grupos poblacionales sufran los atropellos se incrementa, que gobiernos democráticos se vean coaccionados aumenta.
En solo unos días se ha visto cómo el discurso del enemigo, los migrantes, culpable de todos los males, que no es nuevo, se ve potenciado por el accionar de EEUU.
Además, de cómo varios Estados soberanos se han visto forzados y amenazados. También como en varios lugares del mundo la extrema derecha alza la voz respaldando lo realizado por el gobierno de EEUU.
La realidad nos devuelve a un poco más de 100 años atrás, cuando el fascismo empezó a crecer y consolidarse en Europa, y ya todos sabemos lo que sucedió.
Es el momento de plantar cara y frenar el fascismo en todo el mundo.
Eso requiere diplomacia internacional, requiere unidad y solidaridad entre los países, para enfrentar el accionar unilateral de un país frente a los demás.
El sistema político internacional y el sistema de derecho internacional se ven no solo cuestionados sino afectados en su existencia. El comercio internacional está basado en unas instituciones y unas normas, los derechos humanos se construyen desde un sistema legal y unas entidades que no se pueden ignorar o afectar por decisión de un solo país.
También se necesita trabajo político hacia las comunidades en todo el mundo, pues la alerta para detener el avance del fascismo no es un trabajo de unos pocos porque el riesgo es para todos.
La historia está ahí para enseñar lecciones, solo falta la voluntad para estudiarla y evitar que se repitan los desastres.
