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Crisis en Venezuela y la Hipocresía de la Derecha en Colombia

La hipocresía de la derecha colombiana frente a la crisis venezolana es alarmante. Criticar a un régimen que atraviesa una crisis humanitaria, mientras se ocultan las violaciones de derechos humanos dentro de las fronteras de Colombia, revela la verdadera naturaleza de muchos de sus líderes

Hipocresía de la Derecha en Colombia

La crisis en Venezuela, un fenómeno que ha devastado la vida de millones de personas, se ha convertido en uno de los temas más recurrentes en el discurso político internacional, especialmente en Colombia

Sin embargo, el tratamiento de esta crisis por parte de la derecha colombiana es profundamente hipócrita, marcada por una retórica moralista que a menudo no se corresponde con la realidad de sus propios actos. 

En lugar de abordar las causas estructurales de los problemas en Colombia, y especialmente los que surgen de la migración masiva venezolana, la derecha se ha dedicado a criticar al gobierno venezolano, mientras oculta o ignora las profundas violaciones de derechos humanos ocurridas bajo sus propios gobiernos.

Marta Lucía Ramírez: La Hipocresía en Carne Viva

Uno de los ejemplos más flagrantes de esta hipocresía es el de Marta Lucía Ramírez, ex vicepresidenta y ex ministra de Defensa de Colombia. 

Esta figura prominente de la derecha colombiana, quien ha sido vinculada con varios escándalos de corrupción, tiene un historial político que deja mucho que desear. 

Desde su supuesta vinculación con paramilitares en el Club El Nogal, hasta las denuncias por su relación con narcotraficantes y el lavado de activos, la señora Ramírez ha sido protagonista de numerosas controversias. 

Además, su implicación en el robo de playas en San Andrés y su relación con diversos actos de corrupción y abuso de poder han sido documentadas, aunque en su mayoría no han sido debidamente investigadas.

A pesar de estos antecedentes, Ramírez, al igual que otros miembros de la derecha, ha sido una de las voces más críticas contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, exigiendo “honestidad” y “dignidad”. 

Esta postura resulta irónica, ya que no se le ha visto pedir las mismas condiciones para sus propios colegas políticos en Colombia. 

¿Es Marta Lucía Ramírez inmune a la justicia? 

¿Cuántos muertos más se necesitan para investigar los crímenes cometidos bajo su supervisión y la de sus aliados? 

La hipocresía de aquellos que exigen a Maduro responsabilidad por su gobierno, mientras que se excusan por sus propios desmanes, es asombrosa y no puede pasar desapercibida.

Iván Duque y la Represión durante el Estallido Social

Otro ejemplo de la hipocresía de la derecha en Colombia se encuentra en el manejo del estallido social de 2021, durante el mandato de Iván Duque

Mientras la derecha colombiana critica fuertemente a Venezuela por sus violaciones de derechos humanos, Duque, quien lideró un gobierno caracterizado por la represión violenta contra manifestantes, nunca fue objeto de una condena similar. 

En lugar de escuchar las demandas de los miles de colombianos que se alzaron en protesta, el gobierno de Duque optó por reprimir las manifestaciones, utilizando la fuerza para desalentar cualquier intento de cambio. 

Durante el paro nacional, diversas organizaciones como Amnistía Internacional verificaron el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades colombianas, así como las desapariciones forzadas, abusos sexuales y ataques contra pueblos indígenas, entre otras violaciones graves de derechos humanos.

Las denuncias de paramilitarismo urbano y la represión a manifestantes pacíficos dejaron una huella indeleble en la memoria colectiva de Colombia. 

Sin embargo, en lugar de asumir responsabilidades, la derecha optó por descalificar las movilizaciones y justificar las violaciones de derechos humanos, en una postura similar a la adoptada contra Venezuela: condenar al vecino mientras se ocultan los propios crímenes.

Andrés Pastrana: El Hijo del Fraude Electoral y los Vínculos con Epstein

La hipocresía no se limita solo a los actores actuales, sino que se extiende a generaciones pasadas. Andrés Pastrana, hijo del expresidente Misael Pastrana, quien ha sido acusado de fraude electoral en las elecciones de 1970, es otro ejemplo de esta contradicción. 

Durante ese proceso electoral, varios miembros del gobierno de la época, como el ministro de Gobierno de ese entonces, Noriega, reconocieron de manera tácita que existió fraude en los comicios. 

Sin embargo, a pesar de este oscuro legado, Andrés Pastrana sigue siendo una figura influyente en la política colombiana. Además, su vinculación con personajes de la talla de Jeffrey Epstein, el pedófilo estadounidense, genera aún más dudas sobre su moralidad.

Así, la derecha colombiana, representada por figuras como Pastrana, continúa señalando con el dedo al gobierno de izquierda en Venezuela, mientras oculta las sombras de su propio pasado.

La Solidez de la Hipocresía: Solidaridad Oportunista

La “solidaridad” de la derecha colombiana con los venezolanos, por otro lado, no es más que una fachada. En realidad, no se trata de una preocupación genuina por el sufrimiento del pueblo venezolano, sino de una estrategia política para socavar al gobierno del presidente Gustavo Petro

Cada vez que los líderes de la derecha se pronuncian sobre Venezuela, lo hacen con un tono de condena hacia el régimen de Maduro, mientras se oponen de manera férrea a las reformas progresistas que Petro propone en Colombia

El interés no es ayudar a los venezolanos, sino utilizar la crisis para debilitar al gobierno de Petro y sus intentos de cambio.

El mismo gobierno que ha defendido los derechos de los migrantes venezolanos, reconociendo la situación desesperada de millones de personas que cruzan la frontera en busca de un futuro mejor, es el mismo que enfrenta ataques constantes de la derecha por intentar implementar reformas progresistas en Colombia

Para la derecha, cualquier intento de cambio social en Colombia es un objetivo a destruir, incluso si, en el proceso, se legitiman políticas que van en contra de los derechos de los migrantes y de las personas más vulnerables.

Un Juego Peligroso de Hipocresía Política

La hipocresía de la derecha colombiana frente a la crisis venezolana es alarmante. Criticar a un régimen que atraviesa una crisis humanitaria, mientras se ocultan las violaciones de derechos humanos dentro de las fronteras de Colombia, revela la verdadera naturaleza de muchos de sus líderes: la preocupación no es por el bienestar de las personas, sino por mantener un sistema político y económico que beneficia a unos pocos a costa del sufrimiento de muchos.

Los colombianos deben ser conscientes de esta doble moral, pues el futuro del país no puede depender de intereses políticos mezquinos. 

La solución a los problemas de Colombia, incluidos los que surgen de la migración venezolana, no se encuentra en la confrontación constante con el vecino, sino en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y pacífica. 

La política interna debe ser determinada por el pueblo, y no por los intereses de unos pocos que buscan perpetuar un modelo basado en la exclusión y el abuso.



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