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Lío distrital con el Covid 19 – Editorial El Medio Magdalena

El fortalecimiento de la capacidad de atención hospitalaria local ha sido importante, y se debe seguir invirtiendo en esa materia, pero no es lo único por hacer.

Lío distrital con el Covid 19 – Editorial El Medio Magdalena

El manejo de la pandemia del covid 19 ha sido un reto enorme para los gobiernos en todos los niveles, y para Barrancabermeja también ha representado un desafío inmenso.

No sobra señalar que nadie estaba preparado para afrontar una situación tan compleja y que tomo por sorpresa a todo el Estado, aun a las entidades encargadas de la gestión del riesgo, lo que hizo que al mismo tiempo que se atendía la situación, se aprendiera de la misma y se tuvieran que hacer ajustes sobre la marcha.

Pero también hay que señalar que además de la lógica improvisación se ha presentado una recurrente falta de evaluación de las medidas adoptadas, así como de una consistente falta de análisis del contexto social, y una inexplicable volatilidad en la aplicación de las respuestas sanitarias y sociales.

Todo esto debido a las profundas debilidades del gobierno, que ha tenido que balancear el manejo de la pandemia, las medidas sanitarias y la estabilidad económica.

En Barrancabermeja es posible apreciar que a pesar del cambio de chip las cosas han permanecido igual que antes, es decir que el nuevo chip hizo cortocircuito y no hubo diferencia.

El manejo de la pandemia por parte del gobierno distrital ha sido reactivo, restringido y parsimonioso.

Desde la demora en el cierre de fronteras al inicio de la emergencia hasta la volatilidad en los decretos de manejo de la situación, pasando por las fallas en la toma de exámenes y control de los contagios, las escasas ayudas económicas para la población en el marco de las cuarentenas y restricciones, las insuficientes medidas biosanitarias, entre otras cosas, han caracterizado la errática gestión de la pandemia en el distrito.

Lo peor del asunto es que pasados más de un año de ocurrencia de esta crisis, el gobierno local no da muestras de aprendizaje de la situación y sin capacidad de evaluar sus decisiones y actuaciones anteriores, así que se repiten los errores pasados y hay una franca incapacidad de gestionar de manera innovadora, o al menos ajustada a la experiencia, lo que la pandemia significa en términos de salud pública, realidades sociales y necesidades económicas de la población.

Así que la población ha tenido que enfrentar la pandemia con escasos mercados, elementos de bioseguridad, exámenes de control, y sin una adecuada estrategia de rastreo y manejo de los contagios.

Y ni hablar de los decretos expedidos por el gobierno distrital, muchos de los cuales se han tomado a destiempo y desarticulados con otras medidas y situaciones sociales. Y si a eso se suma la situación de pobreza, hacinamiento y dificultades en el acceso a recursos de la comunidad, junto con costumbres sociales que no han variado, como la reticencia de la gente de dejar de realizar reuniones y fiestas, así como la resistencia en el uso del tapabocas y el distanciamiento social, se genera un contexto propicio para el contagio de la enfermedad.

En este contexto es indispensable que el gobierno distrital haga ajustes serios en la forma como enfrenta la pandemia.

Es cierto que la situación está cambiando en la medida en que avanza el proceso de vacunación, pero frente a la llegada de nuevas variantes del virus mucho más contagiosas es necesario que se evalúe seriamente lo hecho y se analice mejor como seguir enfrentando la situación.

Un problema de salud pública no puede ser manejado desde la lógica de la responsabilidad individual, pues es una situación que supera el mero comportamiento de las personas e involucra muchos elementos sociales, económicos y sanitarios.

Se requiere un trabajo permanente y constante de educación social, que insistentemente haga promoción del uso del tapabocas y la necesidad del distanciamiento social, pues un cambio de comportamiento requiere tiempo y mucha educación.

Las restricciones no solo pueden ser nocturnas, más aun cuando hay toque de queda pero servicio de transporte público a pesar de la restricción, lo que facilita la movilidad de las personas y la realización de reuniones sociales.

Además se debe evaluar que sitios se deben restringir y los horarios. Fechas de celebraciones especiales, como el día de la madre, deben ser manejadas con más controles y restricciones.

Las medidas que se tomen deben ser evaluadas en su efectividad como en su impacto sobre contagios y afectaciones sociales y económicas. Se hace necesario una inversión en ayudas y elementos de bioseguridad para la gente, en especial para los grupos poblacionales más vulnerables, para facilitar que se cumplan las recomendaciones de bioseguridad.

El fortalecimiento de la capacidad de atención hospitalaria local ha sido importante, y se debe seguir invirtiendo en esa materia, pero no es lo único por hacer.

La estrategia de toma de exámenes y seguimiento de contagios debe ser fortalecida para que sea realmente efectiva, de lo contrario será una acción más para cumplir y mostrar, que una verdadera tarea de control de la pandemia.

La alcaldía distrital necesita actuar proactiva, eficaz y rápidamente, con real incidencia y resultados, superando el discurso de la novedad y falta de preparación ante la pandemia para asumir responsabilidades y tomar acciones adecuadas.

Debe comunicar a la comunidad la verdadera situación presupuestal si no cuenta con los recursos necesarios para afrontar como se requiere la situación, y explicar el re direccionamiento del presupuesto para atender una situación única.

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