Hace unos pocos días Barrancabermeja conmemoro el aniversario 99 de vida municipal, ahora distrital.
Así que desde ahora entramos en la recta final de la preparación del centenario, alcanzando ese número histórico, y es momento de iniciar la planeación de esta conmemoración, y considerando la evolución de la pandemia vale la pena mirar con otros ojos ese aniversario y pensar en actividades acordes a las restricciones de la nueva realidad.
Hay tiempo suficiente para planear una conmemoración especial, cultural, histórica y ambiental, que permita no solo celebrar la municipalidad sino que aporte verdaderamente a la construcción de identidad, sentido de pertenencia y recuperación ambiental.
La propuesta de elaboración de una historia de Barrancabermeja, indispensable en tiempos de aniversarios y de construcción de identidad local, debe estar acompañada con la posibilidad de financiar la edición de textos que sobre la ciudad hayan escrito autores locales, y también foráneos, con el ánimo de fortalecer el conocimiento histórico, social, gastronómico y cultural que tiene la población.
No se puede tener sentido de pertenencia sin conocer el pasado común y las costumbres que comparte la comunidad.
Por ejemplo, poder compilar recetas locales de dulces, bollos, bebidas y otras cosas más, propias de la localidad, y que rescaten el saber de las cocineras tradicionales.
Además, apoyar los esfuerzos de recuperación de memoria y recopilación histórica que ya se vienen adelantando en este momento y que representan un gran aporte a construcción de identidad.
Sería una oportunidad única para reforestar el municipio, aprovechando parques, separadores, humedales, ciénagas y caños para sembrar especies nativas, y donde se pueda, árboles frutales tradicionales.
También habría que mirar la posibilidad de abrir nuevos espacios verdes en la municipalidad, usando terrenos para aumentar el área verde disponible para el disfrute de la comunidad.
Por último, la academia debería guiar este proceso cultural, social y ambiental. Las instituciones educativas tienen el conocimiento para desarrollar las acciones y serían los escenarios idóneos para conservar, proteger y divulgar los productos de este trabajo de creación cultural y ambiental.
Estamos a un año del centenario y no se debería desaprovechar la oportunidad de superar las celebraciones tradicionales, restringidas por la pandemia, y apostarle a la construcción de identidad local y sentido de pertenencia, con un aporte de mejoramiento del medio ambiente.
Es momento que las autoridades públicas y la empresa privada unan esfuerzos y recursos, considerando las dificultades que se atraviesan en materia económica, para poder dejarle una herencia cultural tangible a las próximas generaciones, construyendo memoria y recuperando saberes, más allá de festejos fugaces.
Un año es poco tiempo pero si se unen voluntades Barrancabermeja podrá contar una conmemoración realmente especial.
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