Un fenómeno extraño y premonitorio ocurrió este último día del mes más corto del año. Uno a uno empezó a congregarse por una de las plataformas tecnológicas en boga cientos de dirigentes sindicales, hombres y mujeres, de todo el país y todos los sectores económicos y del gobierno, para una charla sobre política y sindicalismo. Era domingo y el evento estaba convocado para las nueve de la mañana.
Los organizadores abrieron la sala virtual poco antes de esa hora. A las 9:15 ya habían 250 y hacia las 9:30, cuando se iba a dar inicio, ya pasaban de 470 asistentes.
Hubo en este lapso saludos y reconocimientos a granel y amenas conversaciones. Parecía una gran familia recordando viejos y nuevos episodios. Eran trabajadores hombres y mujeres con el rango de directivos sindicales hablando de lo suyo. Entonces sucedió un hecho insólito.
La plataforma desconecto a más de 200 asistentes en un santiamén. Hubo una ligera confusión con sabor de frustración. Algunos lograron reincorporarse, otros lo intentaron sin éxito. Acostumbrados a las dificultades dieron comienzo al programa con más de 350 participantes.
¿Quién logró esta especie de hazaña en un día dedicado al descanso y a la familia? Dejemos que los dos presentadores lo hagan. De por sí ellos tienen merecimientos suficientes para impregnar objetividad a su respectiva introducción. El uno, Carlos Rodríguez, otrora dirigente sindical del sector eléctrico y expresidente nacional de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el segundo, Luciano Sanín, exdirector de la Escuela Nacional Sindical (ENS), y ahora al frente de la ONG Viva la Ciudadanía.
Carlos, en su presentación enmarcó las cualidades como destacado dirigente sindical del país, de señalar que, a tan temprana edad, pero ya con un largo recorrido, preside el sindicato más antiguo, histórico y simbólico del país, la Unión Sindical Obrera (USO), que además con su tesón y estudio y gracias a sus sabias demandas se ha encumbrado en los puestos más altos de la jurisprudencia laboral, en la que es experto e especialista y es admirado ya en los círculos constitucionales, materia en la que va en camino de maestría. De igual manera remarcó que sus excelsas características como líder de los trabajadores y destacado jurista lo hacen ideal para representar en el Senado colombiano los intereses de esta clase productora de la riqueza del país y la sociedad. Y finalmente el veterano dirigente hizo un llamamiento a cada sindicalista presente a que se convierta en un soldado de esa causa, cada sindicato una sede política de esta tarea, que, en las actuales circunstancias de amenaza de gremios y partidos a sus ingresos, su estabilidad y su salario, hacen que sea imperiosa la presencia de tan probado y eficaz hombre del sindicalismo en el parlamento, al lado de un gobierno que represente la democracia y el progreso.
Luciano a su vez, en una feliz pero inevitable coincidencia, señaló que le cabía el honor y el placer de presentar a alguien que reunía tres distintivos de hondo contenido que lo hacen merecedor de inmenso respaldo: 1. Hace lo que se propone, 2. Estudia continuamente y 3. proyecta el sindicalismo a la política. Recordó cómo cuando lo conoció en uno de los muchos cursos de capacitación que ha dictado la ENS lo escuchó decir que extendería la USO a miles de trabajadores de la industria del petróleo, con tal seguridad y vehemencia que lo indujo a vaticinar que ese imberbe que hablaba así se convertiría en un gran dirigente. Concluyó que las dos cosas se han dado, él ya es uno de los presidentes más jóvenes del más grande sindicato de la industria petrolera del país y que gracias a su labor de promotor sindical, no solo en Ecopetrol sino en decenas de empresas explotadoras, operadoras y comercializadoras de esta actividad se halla fomentado la organización sindical. Ponderó que su estudio del derecho laboral ha llegado a un alto grado de conocimiento de sus leyes y normas y, sobre todo, de entender que el trabajo y el sindicalismo necesitan con urgencia una legislación moderna y garantista de sus derechos; que es un hijo del sindicalismo. Y destaca su coherencia con su continua disertación sobre que el sindicalismo debe trasponer los límites de lo solo gremial e inmiscuirse con convicción y fuerza en el poder para gobernar y legislar en pro de la causa de la inmensa mayoría de la población y de los trabajadores y trabajadoras colombianos.
Llegó el momento anunciado por la convocatoria, la charla sobre política y sindicalismo. Otro emblema del movimiento sindical, el actual fiscal de la CUT, exdirectivo sindical del SENA y uno de los voceros más destacados del Gran Paro Nacional del 21 de noviembre, Fabio Arias Giraldo lo presentó. Fue directo y sencillo pero emotivo.
Aparece en escena nuestro personaje. Su voz y su imagen proyectan seguridad. El tono pausado de su voz y su dicción clara están hechos para convencer. Su estampa de ingenuidad y sencillez causa una sensación muy alta de credibilidad. Sus ademanes y gestos espontáneos producen calidez humana. Su mirada directa y sostenida refleja franqueza y lealtad. Su saludo inicial a todos y a todas fue amable y abrazador. Ahora resumamos, de manera apretada, la verdad de su discurso.
Hizo una defensa elocuente y profunda de los intereses de los trabajadores y trabajadoras. Sin duda se proyecta como la principal carta de un sector de las organizaciones sociales duramente golpeado por el neoliberalismo y la violencia: el movimiento sindical. Sustentó de manera natural los derechos democráticos de asociación, negociación y huelga. Denunció el huracán que amenaza estos derechos, la estabilidad en el trabajo y los ingresos de los asalariados y lo personificó en el expresidente Uribe. Señaló el rezago y limitaciones del actual Código del Trabajo, hecho hace más de 70 años bajo la dictadura, sin plenas garantías y sin dialogo social. Lo que se necesita —dijo— es un estatuto del trabajo moderno, realizado a partir de los derechos fundamentales constitucionales y las normas internacionales desarrolladas por la OIT. Alertó sobre las reformas laborales y pensionales anunciadas por el gobierno y los grandes gremios económicos que traerán más desolación, pobreza y desigualdad para los trabajadores. Se opuso con toda claridad a la privatización disfrazada de Ecopetrol e ISA. Se solidarizó con los trabajadores del carbón amenazados con el desempleo. Abogó por la igualdad y la inclusión laboral de mujeres, afrodescendientes, comunidades indígenas y jóvenes. Informó de la construcción colectiva de un discurso que incluye derechos sociales como la salud, la educación, el empleo, la paz y la justica sociales. Resaltó que el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales es pieza clave en sus objetivos. Se alinderó claramente en la lucha contra el calentamiento global y por la transición energética y finalmente formuló su agenda extra sindical en defensa del campesinado colombiano. Anunció que hará parte de una potente lista al Senado de la República al lado de un gobierno progresista y democrático, que surja de una gran consulta popular sin vetos ni exclusiones. Alentó a los 325 sindicalistas que lo escuchaban al detalle a movilizarse en defensa de esos postulados. Agradeció y ponderó su militancia en el Partido del Trabajo de Colombia (PTC).
El cierre de su intervención tuvo igual de calidez que su saludo, pero se le notaba complacido y optimista por el numeroso y destacado auditorio que lo vio y lo escuchó. Debió pensar, como muchos en esta sala virtual, que la tarea por venir tiene un camino expedito a condición de poner en movimiento a todos y cada uno de los soldados de esta causa.
Y esto ocurrió casi de inmediato. El coordinador de la reunión, Fabio Arias, abrió el uso de la palabra y una cascada de intervenciones de dirigentes sindicales, hombres y mujeres, se desbordó en intervenciones reflexivas y de respaldo. Se pudieron identificar por sus opiniones dirigentes de sindicatos como Aceb, Ascontrol, Fecode, USO, ADE, Sntt, Uneb, Sindesena, Sintraprof, Unidapp, Usted, Sintrasodimac, Adec, Sintracom D1, Sintramer J&B, Sintracarbón, Sindical, Asonal Judicial, Sintrateléfonos, Asep, la Red Distrital de Vendedores Unidos de Profesión y Oficio (Ugti), Sintrabel, Usti, Sinaltrabimbo, Sintraimagra, Sunet, Odeal, Anebre, Sintrabancol, Sintraserpucol, Asotranstelco, Anec, Adea, Sintrabienestar, Sintranor, Unión Portuaria, Sinaltracomfa, Futramiexco, Sintraelecol, dirigentes sindicales de la CUT Antioquia, Bolívar, Bogotá-Cundinamarca, Atlántico, Magdalena, Nariño, Boyacá, Tolima, Huila, Sucre, Cesar y algunos más que debido a la abrupta e inexplicable desconexión no se pudieron registrar.
Las intervenciones fueron tantas y tan asertivas que sería demasiado largo mencionarlas. Con disculpas de todas ellas, que tienen gran valor y estimación, se mencionarán algunas que recogen la esencia de las tareas que se requieren para cumplir con la misión de conquistar un gobierno alternativo al fascismo y al neoliberalismo y un senador de los trabajadores. La compañera Neleida de Asotranstelco, en forma simpática pero objetiva dejó la inquietud sobre la necesidad de elegir este muchacho al parlamento. Francisco Sánchez, presidente de la Aceb, después de remarcar el perfil del expositor y de la importancia de que llegue al senado, puso toda la estructura y capacidad a nivel nacional de este sindicato bancario a disposición de esta causa. Paulina Palacios, dirigente de Odeal, a nombre de los trabajadores y trabajadoras afrodescendientes pidió remarcar la inclusión laboral étnica para lograr, de esta manera, un apoyo masivo de los marginados social y laboralmente. Cesar Loza, expresidente y vicepresidente de la USO, compañero de equipo de nuestro personaje, tras resaltar la alta tasa de sindicalización alcanzada por el sindicato petrolero, menciona que los trabajadores asalariados son 20 millones de colombianos que deben tener un auténtico vocero en los escenarios de decisión, apoyo masivo a este obrero para lo cual llama a todos los participantes, dirigentes, sindicales a posicionar esta aspiración y movilizar toda la base sindical hacia este objetivo. Johanna López, vendedora ambulante de profesión u oficio, vocera de los trabajadores de la economía popular, al resaltar que esta economía no es marginal sino esencial, exhorta a vincular estos trabajadores a las reivindicaciones sociales al lado de los asalariados. Nancy Ramos, maestra barranquillera, veterana de mil batallas, sindicalista de tiempo completo contestó presente por la educación y en el afán de todos por la renovación generacional en el Senado. Fanor Vergara, del sindicato de tiendas D1, con firmeza solo dijo: soldado de su causa. Néstor Arango, del sindicato de Profamilia: respaldo total al nuevo senador. Nidia Carolina, a nombre de las mujeres, dio su apoyo total. Cerró Leonardo Arguello, presidente de Sintrateléfonos, quien destacó cómo todos estos respaldos y vinculaciones se deben a lo acertado de la escogencia de un líder claro y conocedor para representar a la clase obrera trabajadora, con las mujeres, la juventud y la niñez, por una nueva nación, y que, como asesor del sindicato, será llevado a todas las bases para que el apoyo sea masivo y contundente.
Estas intervenciones de apoyo y acompañamiento, cual premonición electoral, obligaron a nuestro personaje, a quien acompañó su esposa, Yeimy Sánchez, a hacer puntualizaciones, reiteraciones y agradecimientos, para recoger lo que quedó evidente en todas ellas, que los trabajadores y trabajadoras lo necesitan, que el sindicalismo lo requiere y que el pueblo lo merece.
Conclusión: El que congregó tan magnífica reunión, el muchacho, el presidente de la USO, el abogado laboralista, el líder sindical y el obrero petrolero, apoyado por cerca de 400 dirigentes sindicales hombres y mujeres en su campaña al senado es Edwin Palma Egea.