La profesión médica es un arte que se apoya en la ciencia, es de medios y no de resultados, y éstos dependen también de la confianza que se genera en un buen acto médico.
Hace cincuenta años, entender cómo era el funcionamiento normal de los órganos y conocer el agente causal y las alteraciones a detalle en tejidos y órganos en la enfermedad, constituían los únicos insumos para su tratamiento.
Era la visión fisiopatológica de la enfermedad. Se ejercía en domicilios, consultorios y hospitales.
Es cierto que hemos avanzado en el conocimiento y en la comprensión del continuo salud-enfermedad, pero ayer como hoy, es más lo que desconocemos que lo que sabemos.
Hacia el final del siglo pasado, con razón se impulsó la medicina basada en evidencia, es decir, en el conocimiento derivado de ensayos clínicos realizados con el rigor del método científico. Trajo entonces la investigación correcciones a manejos equivocados o inútiles, y en asocio con el conocimiento fisiopatológico, la medicina avanzó para bien de la humanidad.
Sin embargo, siendo generosos, nuestro actuar únicamente sobre evidencia robusta solo es alcanzable en el 30% de los casos, además, la investigación médica obedece cada vez más a intereses comerciales, que a resolver problemas de la humanidad. Hoy cuestionamos la pertinencia y la calidad de la investigación biomédica.
Sin desconocer la utilidad de los adelantos tecnológicos y de la investigación, el arte, el humanismo y el conocimiento, siguen siendo primordiales.
La vida moderna hace difícil, además de costoso, el desplazamiento a consultorios y hospitales de enfermos con limitaciones, y es clara la inconveniencia de asistir a sitios donde haya aglomeración y pacientes con enfermedades infecciosas.
La arrogancia de nosotros los especialistas, que vemos la visita médica domiciliaria como fuera de nuestro nivel de acción, la ha relegado para atención de los niveles primarios.
Pero de nuevo la tecnología nos da la solución y la telemedicina ha demostrado de manera contundente sus bondades en los últimos meses.
El futuro cercano será con más tele consultas, más atención en domicilio, menor hospitalización y con el concurso de médicos especialistas en domicilio, en virtualidad y de manera presencial.
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