Por: Darío Echeverry Jr.
Es particular el canibalismo y la auto depredación que se exhibe en Barrancabermeja, es así como unas personas en un momento propagan mentiras, falsas noticias e infamias y al siguiente esas mismas personas hacen llamados a la unidad y a defender lo nuestro.
Y eso no es todo, en la ciudad es posible percibir como algunas personas tienen una capacidad increíble para emitir juicios sin pruebas, aumentarlos, distorsionarlos y propagarlos, sin ningún pudor ni vergüenza, para luego reclamar el apoyo social a causas cuestionables por la falta de argumentos reales que las justifiquen y a pesar del descredito que conlleva su comportamiento irresponsable.
A propósito de las elecciones que se aproximan, se hace cada vez más común ver que algunas personas solicitan candidatos locales, debates de altura sobre temas de interés, demostraciones de conocimiento sobre asuntos de importancia local, y otros requisitos para solamente justificar que los aspirantes puedan estar en la disputa de los votos municipales, pero esas mismas personas no se exigen a si mismos realizar debates con altura o demostrar conocimiento sobre temas locales, le exigen los políticos pero no se exigen como ciudadanos, después simplemente se desentienden de lo que sucede esperando solamente el momento para culpar de todo al político por algo que como ciudadanos no han asumido.
Así que esta mezcla de canibalismo, desinterés y depredación solo conlleva al descredito de la política, al debilitamiento de las instituciones y a la división social, que se traduce en una comunidad que se desentiende de la política, desconoce cómo funciona lo público y cae fácilmente en especulaciones y cuentos que no aportan en nada a la solución de los problemas si no que los ahondan.
La cuestión ahora no es seguir injuriando o agraviando, porque realmente eso no resuelve los problemas, como es posible verlo día a día, y lamentablemente lo que sucede es que las dificultades crecen debido al clima de incertidumbre, desconfianza y desapego que se ha gestado en la comunidad y que aumenta para desgracia de todos.
Como comunidad es indispensable generar un ambiente donde las personas se relacionen bajo otros valores diferentes a la desconfianza o al desapego, generando rechazo social a comportamientos que se basan en las mentiras o las exageraciones con el fin de disminuir la incertidumbre y generar convivencia.
Pero para esto se requiere de una ciudadanía diferente, alejada de los cuentos y las habladurías, comprometida con los intereses colectivos y dejando a un lado los beneficios personales, se necesita una población que piense más en la sociedad y menos en el individuo.
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