Editorial El Medio Magdalena.
Es una verdadera tristeza que la comunidad de Barrancabermeja se enfrente a que la principal empresa de la ciudad, el departamento y el país, Ecopetrol, hiciera lo posible para hacerle trampa a la ciudad.
Y no solo fue el engaño de la realización de la modernización de la refinería, donde Ecopetrol mismo anuncio su realización y le reclamo a la ciudad que debía prepararse para enfrentar los retos de semejante proceso, y hasta creo un programa de asociación publico privada el llamado Gran Acuerdo Social para alistar a los empresarios, comerciantes y ciudadanía, para después sin recato ni vergüenza fuera aplazando la realización del proyecto sin importarle las consecuencias para la agente.
Ahora la comunidad conoce que la alcaldía municipal está revisando el pago de impuestos de la petrolera, en un proceso avanzado pues ya embargo las cuentas de la empresa por posibles irregularidades en el pago del impuesto de Industria y Comercio, y donde además hay elementos para revisar el pago del impuesto Predial, este último después de las grandes inversiones que se han hecho en la refinería, donde Ecopetrol públicamente ha señalado que en los últimos años ha invertido miles de millones de dólares en las instalaciones de la factoría, en parte como justificación al aplazamiento de la realización del proyecto de modernización, pero a pesar de esas inversiones pagan impuesto predial como si la refinería siguiera igual, sin reformas ni ajustes.
Es un terrible ejemplo para la población que una empresa de las dimensiones de Ecopetrol esté envuelta en semejantes sindicaciones y con embargos a cuestas, como muestra de una falta de compromiso y responsabilidad con la ciudad y su gente.
Pareciera que hubieran olvidado que un principio de una administración eficiente de los recursos es una tributación correcta y responsable, y que no recordaran que no es posible ser un buen vecino si no se tributa adecuadamente, pues no es solo un deber legal sino un compromiso con la nación, pues las empresas no desarrollan sus actividades en el vacío, sino que su accionar tiene implicaciones y consecuencias sobre el entorno social, económico y ambiental.
No tributar adecuadamente es una forma de atentar contra la comunidad y contra el Estado, destruye la confianza y es un mal ejemplo hacia toda la sociedad.
Es este sentido, se entiende que cultura ciudadana es respetar y cumplir con las normas sociales que permiten una convivencia armoniosa y pacífica.
Si se incumplen las reglas se socavan las bases de la vida en sociedad, prevalecen los intereses particulares sobre los colectivos y se pierden las solidaridades sociales. si no se pagan los impuestos como debe ser se producen efectos negativos, pues este tipo de comportamientos y actitudes son un atentado contra la sociedad y una afectación a la cultura ciudadana al convertirse en un ejemplo de incumplimiento de normas colectivas y un referente negativo de comportamiento social.
La responsabilidad social empresarial debe partir de una adecuada y justa tributación, que realmente cumpla con los deberes y obligación que se establecen en el Estado social de derecho y no es simplemente un trámite más que cumplir, sino que es una exigencia para con la nación.
La tarea que ha emprendido el alcalde municipal, Dario Echeverri, y su gobierno de cuestionar la forma como tributa Ecopetrol e iniciar acciones para que la petrolera ajuste el pago de impuestos representa un avance notable en la forma como se deben defender los intereses de la comunidad, pues se dejaron atrás los discursos y se empezaron a tomar acciones para proteger los recursos de todos, a pesar de lo intimidante que pueda ser enfrentarse a la empresa más grande del país pero que demuestra que primero es la defensa de los intereses de Barrancabermeja.
Por otro lado es momento que Ecopetrol deje atrás el discurso y empiece a demostrar con hechos el compromiso que tiene con Barrancabermeja y el país, pues cada vez son más las cosas que demuestran la irresponsabilidad y la negligencia de la empresa hacia la comunidad, y para remediarlo se requiere que Ecopetrol le de la cara a la ciudad, dando las explicaciones necesarias, asumiendo las responsabilidades y haciendo los ajustes necesarios para el beneficio de la gente, pues esa es la verdadera responsabilidad social empresarial que debe asumir con la ciudad.
Es momento de reclamar lo que le corresponde a Barrancabermeja, no es una súplica es una exigencia justificada, Ecopetrol debe asumir y responder con sus obligaciones para con la ciudad, dejar a un lado las evasivas y los cuentos, para darle la cara a una comunidad que reclama responsabilidad empresarial de la empresa mas grande del país.
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