Por: Darío Echeverry Jr.
Hace años Barrancabermeja está esperando una serie de proyectos de infraestructura estratégicos no solo para la ciudad, sino también para el departamento y el país, que servirían para mejorar la competitividad local e impulsar la economía, abriendo una serie de posibilidades para el desarrollo social del territorio.
Pero lamentablemente estas obras y proyectos han sufrido insospechadas demoras o aplazamientos, muchos de los cuales son francamente incomprensibles, generando unas afectaciones sobre el municipio difíciles de medir pero que indudablemente se sienten más en estos tiempos de dificultades económicas.
Estratégicamente hablando las vías y la navegabilidad son claves para el desarrollo de nuevas oportunidades de negocio, la expansión industrial y comercial, así como para hacer más competitiva no solo un territorio sino también diferentes actividades económicas.
Y ni que hablar de la inversión en expansión y modernización industrial, que incidiría en la productividad y la competitividad de cualquier empresa.
Así que no es descabellado manifestar la preocupación pública y buscar que se aceleren los procesos y tiempos para que algunos de esos proyectos que el municipio, la región y el país, está esperando se culminen y entre a funcionar.
Las entidades responsables de este tipo de obras deben asumir un mayor compromiso para culminar los procesos, a pesar de los inconvenientes que se presenten, pues los impactos negativos en una economía golpeada se sienten mucho más fuertes.
El puerto de Impala, la refinería, la industria avícola, y el incipiente turismo, necesitan para fortalecerse y crecer una infraestructura vial y de transporte robusta, que abra opciones de negocios y oportunidades para emprender nuevas actividades económicas.
Es por esto que es necesario reclamar celeridad a los responsables de esas obras e inversiones, pues la economía local necesita resultados para fortalecerse.
No se puede mantener en espera la ejecución de estos proyectos por deficiencias en los procesos, ya sea a nivel técnico o legal.
La diversificación de la economía local solo será posible si se cuentan con las condiciones para que se desarrollen negocios en áreas diferentes al petróleo, pero con las demoras de los proyectos viales y de navegabilidad se sigue aplazando este anhelo municipal, y continúa aplazada la posibilidad de desarrollar las potencialidades que en logística, turismo y agroindustria tiene el territorio.
Por ahora el tiempo pasa y seguimos esperando sin suerte que se entreguen las obras y se culminen las inversiones, y más allá de cualquier especulación las pérdidas son incalculables.
Para leer mas columnas de opinión de Dario Echeverry Jr. pueden dar click aquí.
