Editorial El Medio Magdalena
En la ciudad está haciendo carrera que los gobernantes locales se dediquen a distraer y entretener más que a cumplir con sus tareas y funciones propias, dejando a la comunidad con sus problemas sin solución además de una lista de nuevos inconvenientes producto de un deficiente gobierno, el anterior burgomaestre de Barrancabermeja es el más claro ejemplo de esta situación.
Proyectos y promesas se promocionaron en la administración Contreras pero los resultados han sido pocos y los problemas que ha ocasionado han sido muchos, en este sentido se puede reseñar que hay un plan de saneamiento hídrico a medio empezar y a medio financiar, obras en educación y vivienda inconclusas, serios inconvenientes en movilidad y la lista sigue, lo que configura un panorama de una muy deficiente gestión administrativa del alcalde Contreras y un antecedente preocupante para la municipalidad.
Y lo más preocupante para la comunidad es que el alcalde Bueno Altahona parece que va a continuar con esta tradición. Es cierto que son pocas semanas las que lleva esta administración pero los hechos de la gestión del actual burgomaestre perfilan un futuro de similares características al del anterior gobierno municipal.
Es así como los anuncios de nuevos proyectos son pan de cada día en el discurso oficial, a pesar de que el plan de desarrollo ya se presento pero no se ha aprobado ni empezado a ejecutar, y que las obras dejadas a medias desde la administración anterior aun no tienen solución a la vista. Esto en ultimas significa que no se termina una cosa para empezar otra, lo que no hace sino engrosar los problemas para la comunidad. Y lo peor es que en temas prioritarios para la ciudadanía como el arreglo de la malla vial o la movilidad la situación es cada vez mas critica y el gobierno cada vez más lento en generar soluciones. La sensación es que los anuncios abundan y las soluciones escasean. Además hay hechos que sorprenden por la capacidad de gestión del burgomaestre y su equipo de trabajo, es por esto que la ciudad cuenta con equipo profesional de microfútbol además de otros anuncios en este deporte y en otras actividades similares, pero lamentablemente en otros temas como la modernización de la refinería o la vía Yuma, que demoran injustificadamente su inicio, no se ve esa misma capacidad de trabajo e interés del alcalde y su administración para exigir cuentas sobre lo que sucede, buscar que inicien lo más pronto posible y defender los intereses de los barranqueños.
También sucede que a pesar de la importante carga de trabajo que tiene el gobierno local este busca mas funciones y actividades, así está el caso de Umata que pretende organizar la feria ganadera, actividad que tradicionalmente ha sido organizada por Fedagro, olvidando que su función es otra, o la gestión del alcalde y del encargado del Inderba que buscan que Messi venga a la ciudad, desperdiciando el valioso tiempo del gobierno municipal cuando hay muchas otras prioridades como la alimentación para los adultos mayores que nada que arranca o los problemas de seguridad.
Finalmente esta el tema del plan de desarrollo municipal que desde su elaboración presenta problemas y deficiencias de contenido y financiación, y más crítico aun los denominados megaproyectos no tienen claro ni su valor ni la fuente de los recursos para su construcción. Esta situación es bastante crítica considerando que la situación fiscal de las entidades territoriales va a verse afectada con la reforma de las regalías, lo que complicara financiar las obras de todos los alcaldes y gobernadores del país.
Es momento que el alcalde Bueno Altahona se ajuste a la realidad local y enfoque su trabajo y el de sus funcionarios a las necesidades de la comunidad, en este sentido es necesario que los gremios y las organizaciones sociales y comunitarias se conviertan en la conciencia del burgomaestre para que corrija sus prioridades y rectifique su accionar.
La crisis del transporte publico
En los últimos días se ha conocido los problemas entre el gremio transportador y el alcalde municipal por el tema del transporte informal, esta situación ha llevado a amenazas de paro si el burgomaestre no cumple con una serie de exigencias, que se deben cumplir a través de unos decretos que prohíban el parrillero hombre, que establezcan cuatro días al mes sin parrillero, el aumento de los controles a la informalidad, entre otras cosas.
La situación es crítica en particular porque el tema de la movilidad lo sigue manejando el gobierno con los transportadores, ignorando a otros actores involucrados, y dejando que este gremio dicte las condiciones y las decisiones que se tomen en la materia. Es necesario un espacio para discutir sobre la movilidad en la ciudad con participación de los gremios económicos, las organizaciones sociales, la academia, entre otros, que permita una verdadera discusión y así evitar que se sigan privatizando las decisiones sobre este tema.
