Por: Darío Echeverry Jr.
Los accidentes en las vías del municipio se han convertido en parte del paisaje urbano, son asunto casi cotidiano, a pesar del dolor y la tragedia que encierran esos lamentables hechos. Todos los días y en cualquier sitio se puede apreciar un accidente y se percibe la impotencia de las diferentes autoridades para frenar esta cada vez mas difícil situación.
En este sentido es claro que la administración municipal y sus entidades tienen limitaciones para abordar en su conjunto la problemática de la accidentalidad, pues la responsabilidad del Estado central es bastante amplia en este sentido, pero también es indispensable señalar que se carece de una estrategia local para enfrentar esta problemática.
Frente a esta complicada situación lo primero que debe hacer la administración municipal es reconocer el problema y las limitaciones legales que tiene la localidad en esta materia, para poder establecer una política pública que busque disminuir el índice de accidentalidad que afecta a la comunidad.
Y en este sentido la estrategia para frenar la accidentalidad debe tener dos componentes control y educación. El control debe ser estricto sobre el estado del vehículo, en particular las motos que son el medio de transporte mas usado en la localidad, y la capacidad del conductor.
La comunidad requiere que se hagan controles a la velocidad, a la embriaguez, tecnicomecanicos, de conocimiento de las normas de transito, entre otros, y no solamente de que controle si se es transportador informal o se está mal parqueado. En este sentido se necesita transformar las instituciones involucradas con el tema del tránsito y la movilidad en el municipio, para que estén acordes a las realidades locales y que la agenda del gobierno municipal en la materia no la dicte la disputa sobre la informalidad en el transporte.
En materia de educación es necesario educar sobre normas de transito, muchas de las cuales no se conocen y otras son violadas a voluntad, en un proceso de largo plazo que incluya a los conductores de todo tipo de vehículo, transeúntes, agentes de tránsito, policía y representantes de la comunidad, para lograr involucrar a todos en un real proceso de cultura ciudadana y de convivencia.
Hay que señalar la responsabilidad del gobierno municipal en estos dos puntos, no puede pasar de agache y dejar de asumir su rol protagónico en este proceso, mas aun considerando que además debe arreglar y señalizar adecuadamente las vías. Estamos en construcción del plan de desarrollo municipal y esperamos los ciudadanos que estos cuatro años no sean otros más perdidos en esta materia.
