(Por: CASABE).
No vivo en Barrancabermeja hace muchos años y por tanto me cuesta opinar sobre su política local, de manera que si estuviera en mi ciudad para el día de las elecciones y pudiera votar para alcalde y concejo, por puro desconocimiento y prevención, no sabría por quien hacerlo, aunque sabría perfectamente por quien NO hacerlo. Y no votaría por Elkin Bueno habida cuenta de sus dos desastrosas administraciones llenas de falsas esperanzas que a la postre frustraron una generación completa que vio en este señor a un joven estadista que modernizaría la política local y traería progreso a la ciudad.
En realidad Elkin fue una gran fraude que, como dice Doña Cleo, no pasó de ser más que un «charlatán» y «mequetrefe» más parecido a culebrero paisa que al líder de una corriente renovadora de la política barranqueña, cansada por entonces del atraso de nuestra ciudad por cuenta de un serpismo-absolutismo que no daba pie a oposición alguna y carcomía todo lo que tocaba.
Lo que sorprende es que después de dos grandes demostraciones de cómo no se debe administrar una ciudad, donde los intereses personales, el culto a la personalidad y esa manera de administrar por confusión, lo llevaron incluso a tener la casa por cárcel, el tipo se vuelva a lanzar y tenga una cantidad bastante estimada de seguidores.
Suena raro que profesionales que gritan por el facebook por una «Barrancabermeja sin corrupción» al mismo tiempo invitan a votar por este «filipichín» al decir de Doña Cleo.
Y es que estos seguidores que aprobaron ética en la universidad, a lo mejor haciendo trampa, la perdieron en la vida real.
¿Qué futuro tiene Barrancabermeja cuando los seguidores de Elkin añoran que regrese al solio de la alcaldía a democratizar la corrupción?
Para ellos pareciera que hay dos tipos de corrupción, una representativa y una participativa y que la primera, que es la conveniente para la ciudad, es decir, la corrupción buena, es la que encarna Elkin. Ellos mismos son los que quieren hacerle creer a la gente honesta que el tipo es correcto cuando es corrupto; que es del pueblo y que esto lo demuestra al expresarle a la gente su típica y ridícula frase de cajón de «te tengo para grandes cosas», para significar que no la olvidará y que la tendrá en cuenta, cuando en realidad la engaña con esa manía de mentiroso redomado y compulsivo que es.
«Y que tiene carisma», dicen algunos que se han dejado seducir nuevamente, para tratar de ocultar sus oscuros intereses a la hora en que Bueno nos imponga por ejemplo a un tal Suso, como su asesor en cultura ciudadana y de paso se traiga a sus «cuatreros» a manejar los recursos de la ciudad, para ir así configurando un carrusel de la contratación tan deleznable como el de Samuel e Iván Moreno en Bogotá, que hagan parecer ridículos aquellos momentos del «cartel del condón» y del «cemento».
¿Acaso tener carisma es una cualidad exclusiva de quienes hacen de la política un arte de verdad y por lo tanto, el señor Bueno es uno de estos elegidos? Me asombra este argumento que usan para defenderlo, por su alto contenido en ignorancia y estupidez.
Como dice doña Cleo, Elkin funge de papanatas cuando en realidad todo lo tiene muy calculado, por lo tanto, de dejarlo avanzar, estaremos en poco lamentándonos del tremendo daño que por tercera vez le causaría a nuestra maltratada y luctuosa ciudad. De ahí a que no votaría por ningún candidato al concejo que haya recibido o apoyado al señor Bueno, porque de entrada para mí y asumiendo mi derecho al discernimiento, sospecho de su ética, hasta que me demuestren lo contrario.
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CASABE, es caricaturista de Barrancabermeja Virtual, su nombre es Mario Torres Duarte y puede ser ubicado en el correo electrónico [email protected]
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