Por: Hernando Flórez Anaya
A nuestro Centro Popular Comercial le hace falta un supermercado ancla que permita una afluencia de personas constantemente.
No debemos desechar esta posibilidad, máxime que los centros comerciales nuevos nos han demostrado que este tipo de negocios dentro de los mismos aseguran un flujo de personas que no solo terminan consumiendo en dichos supermercados, sino que también lo hace en los demás establecimientos. Si a ellos les funciona, se debería intentar esta opción en el CPC.
Sin lugar a dudas en el Centro Popular Comercial se vienen haciendo ingentes esfuerzos por posicionarlo, pero eso no va a ocurrir solo porque exista o porque allí estén los antiguos vendedores informales del centro de la ciudad, o porque se tenga una infraestructura física adecuada y moderna, está demostrado que se requiere mucho más que eso, para que la gente acuda masivamente a los negocios del CPC, se requieren estrategias más profundas, innovadoras, planificadas, continuas y constantes.
Se vienen realizando capacitaciones dirigidas a entender que la formalización no solo es lo correcto, sino que es la mejor manera de trascender como comerciante, para ello hay que ajustar los negocios en temas administrativos, financieros y de atención al cliente de forma sencilla y practica, sin dejar nunca de innovar.
La publicidad y la innovación son factores claves para que la gente llegue al Centro Popular Comercial, y una vez estando allí tiene que encontrar productos de calidad, con respaldo y buenos precios, para esto se requiren inversiones conjuntas y compras a gran escala a través de la asociatividad, eso si, para lograr esto necesariamente se requieren prestamos de microcrédito a buenas tasas y con facilidades, en eso hay que trabajar rápidamente para que los esfuerzos que se están haciendo orientados a mejorar en los temas administrativos y financieros no se queden en el aire.
Dentro de esa estrategia se hace necesario colocar en funcionamiento dentro del CPC, entidades que apalanquen su visita, una de ellas es sin lugar a dudas un supermercado, ya sea por arriendo o por asociatividad entre los propietarios de los locales, o en unión de estos con supermercados locales o nacionales; la experiencia de los centros comerciales de superficie que se vienen haciendo así lo sugiere, ir en contravía de esas experiencias no solo es inútil sino que es dejar de lado todo un bagaje y conocimiento que estas multinacionales tienen y que nosotros podemos ajustar y aprovechar en beneficio de un centro comercial hecho cono los dineros de todos los barranqueños.
